La Fuente Móvil

CALLE FRESNO

  • Por Editor R

A Crucito le salió le salió el Augusto Pinochet y el Gustavo Díaz Ordaz que lleva dentro, muy lejos del Lopezobradorismo y sus principios de cercanía con el pueblo. Utilizó la fuerza pública para reprimir ayer a quienes se atrevieron a manifestarse y reclamaron en la ostentosa mansión de 30 millones de pesos que habita, los actos de corrupción  que ya tiene denunciados en la Fiscalía Anticorrupción por cierto y que implican varios cientos de millones de pesos de recursos públicos. Nunca en la historia de El Campestre, la zona más fifi y exclusiva de Juaritos, había registrado una manifestación popular de ese tipo. Ayer gracias a Crucito la tuvieron y quién no lo sabía, se enteró de quién vive ahí, en el número 1564 de la calle Fresno que habita Cruz Pérez Cuéllar y su familia. Por cierto, los mismos habitantes del lugar que no quieren al edil, fueron quienes le abrieron las puertas del acceso controlado a los manifestantes. Quasimodo el de comunicación y su vejiga, un viejo periodista adicto al Chayo y oriundo de Namiquipa, a través de un bolero de zapatos de la ciudad, dicen que fue la síndica Esther Mejía quien abrió la puerta y hasta meten a El Loerilla en el entierro del que el edil Juarense no puede salir. ¡Qué imaginación tan pequeña tienen! Seguramente desde la ciudad de México donde se encuentra desde ayer para denunciar la casa de cambio instalada ilegalmente en El Chamizal lo hizo. La ineventiva es a partir de la presencia de la actriz Perla de la Rosa, una de las reprimidas y quién tiene un activista social de décadas, ninde ahorita. Lo cierto es que fueron los vecinos del mismo lugar quienes permitieron a una comitiva de militantes de Morena ingresar hasta la casa más famosa de Juárez, ya conocida por su similitud con la del Partenón del Negro Durazo. También fueron ellos quienes allá por octubre del año pasado cuestionaron en sus chats la presencia del vecino incómodo que se mudó a la casa de Daniel Pando, la cual recibió una inversión de 2 millones de dólares en remodelaciones. Y sobre ese tema, El Zorro y La Fuente cuestionaron al alcalde en octubre también, quién sin mayor pudor confirmó que vivía en ese lugar y hasta presumió que era un asunto de familia su casita. Quizás para que el Cambio ya se note Ahí los militantes de Morena a quienes se unieron activistas de 4 organizaciones gritaron que todo mundo se entere que tienen a un ladrón de vecino y exigieron a Morena frenar sus intentos de reelección. Al terminar su manifestación se dirigieron a la caseta de entrada, por cierto ilegal, El Campestre no es un fraccionamiento privado de origen y sin mayor motivo fueron sometidos con el uso de la fuerza pública. Fueron órdenes del uno dijo un comandante. Sin duda, nadie lo duda. Fue un habitante de El Campestre quien se quejó y solicitó la intervención de la fuerza pública, claro está quien fue. Al único que incomodaron y perturbaron en su lujosa mansión con los reclamos por la corrupción.  Claramente es un movimiento político, pero integrado por distintas corrientes de Morena y ciudadanos que no son de ese partido a quienes une la inconformidad por el cómo se llevan las cosas. La sangre no llegó al río, pero si a todos los medios de la ciudad de México donde fue común la palabra represión. Crucito dio la nota nacional y nuevamente su caso llegó a la cúpula de Morena y seguramente al mismo Lopitosh y Claudia Sheinbaum quienes ya ven que en Juaritos el cambio si se nota y sobre todo en el número 1564 de la calle Fresno, donde se encuentra la mansión que ya es conocida también como la casa del pueblo por los recursos públicos que en algunas denuncias, dicen que se usaron ahí.

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