EL ESTRENO
- Por Editora Dai
Para muchos, Jorge Romero inició con el pie izquierdo su dirigencia nacional en un partido de derecha. ¡Vaya ironía! Sin embargo, en sus primeras apariciones mediáticas, le ha sacado urticaria a las y los panistas ultraconservadores que viven de la nostalgia de los años 80 y de las negativas en automático. También añoran los antiguos métodos de selección de la militancia, cuando había que pasar casi por pruebas súper difíciles, para lograr entrar en la muy selecta militancia panista. Toda es militancia panista que añora esos “tiempos mejores”, tuvieron un golpanazo de realidad con la elección interna del pasado fin de semana: la militancia panista no ha crecido, ni ha existido interés porque crezca, a pesar de que gobernaron muchos más estados que en la actualidad y fueron gobierno federal por dos sexenios consecutivos. Jorge Romero en sus primeras entrevistas dijo que, en cuanto le entreguen la dirigencia nacional del PAN, su primera acción será abrir totalmente las puertas del PAN “a todo aquel que, con pensar en ser panista, pueda serlo”. Esas palabras retumban bien gacho en la militancia que desea volver al panismo rancio elitista. “Es más fácil empadronarte para las pensiones del bienestar, que para hacerte militante panista”, dijo un simpatizante panista capitalino de años, quien en más de una década no ha podido afiliarse. Asi que, menudo reto le lanzan a Daniela Álvarez para estrenarse como líder panista en el estado: convertir al PAN en un partido de masas que vuelva a tomar las calles para derrotar a Morena.
Comentarios