EL SUMISO
- Por Editora Dai
La Corraleja de nefasta memoria para las y los chihuahuenses tiene varias enfermedades incurables: la tremenda necedad y una profunda sordera. Aquel político abusón, que asustaba a los panistas con sólo levantar la voz y algunas palabras arcaicas, se quedó en ese pasado, el cual el PAN le dio dos curules en el senado, dos en la cámara de diputados, una local y por supuesto: la gubernatura de Chihuahua de trágica memoria. Ese GoberGay piensa que en Morena es lo mismo: soltar rumores en los medios para mostrar su descontento y dejar crecerlos para después subir a tribuna o grabar un video en redes para llamar la atención. Hoy no llama la atención de nadie y está reducido a ser un doble cero a la izquierda: su opinión no importa, solo su obediencia ciega y sorda. Circula un video de WhatsApp en WhatsApp en el que se ve al famoso Conde Pátula apodado Adán Augusto López en el que escucha a La Corraleja mientras le expone algunos argumentos, en lo que se cree fue una discusión sobre la reelección de la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en la que La Corraleja filtró que no estaba de acuerdo, cuando días antes tuvo que hacer de tripas corazón y aceptar el registro tardío de Rosario Piedra Ibarra. Ahí fue la primera señal: en Morena Corral solo tiene que obedecer, a nadie le interesa su opinión, menos al Conde Pátula. El video muestra a un Corral como merolico: habla sin cesar, mientras Adán Augusto sonríe y le da palmadas en el hombro. El cuerpo no miente; el lenguaje corporal no es el que muestra cuando viene a Chihuahua a dar entrevistas en un canalito chafa de televisión donde quiere comunicar dominio y poderío. Frente al Conde Pátula, se ve en el video, su cuerpo comunica sumisión absoluta, es decir culimpinado ante la 4T. La Corraleja se convirtió en todo lo que juró destruir en su larga etapa como panista: es un simple levantadedos que no debe opinar, como en los tiempos de Echeverría, Díaz Ordaz o Miguel Alemán.
Comentarios