LA PERRILLA
- Por Editor R
Así se ve un sujeto pudriéndose en la incongruencia y el abismo de su incongruencia, sin moral y sin un legado que dejar en todos estos años de vividor. Efectivamente, Corral quedó aplastado en su doble discurso . Se le cayó el maquillaje para siempre. Hoy con una perrilla en el ojo donde le brota el odio y el rencor producto de verse en el espejo donde fue a terminar en la basura de lo más ruin de la política. Está tan ávido de que lo reconozcan que quienes no lo conocen, como un colegio de contadores en San Luis Potosí, lo invitaron y sube esa placa que le dieron, la cual vale 300 pesos, para tratar de mitigar su realidad. Nadie lo escucha en materia anticorrupcion y hacerlo ver como un reconocimiento se convierte en una charada. El gobierno de Corral fue corruptísimo y el titular vivió alcoholizado de paseo en paseo en los aviones oficiales. Hoy, pretende que alguien le voltee a ver y le diga que fue un luchador contra la corrupción.
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