LA SEÑAL

La designación de Mayra Chávez como nueva Delegada del Bienestar no puede interpretarse de otro modo más que como una señal de entendimiento. Nada qué ver con la figura de El Loerilla, ese siniestro personaje –hoy con fuero legislativo- que tomaba decisiones al calor de las copas y afectado por sustancias extrañas consumidas hasta altas horas de la madrugada. Mayra fue Secretaria Particular de Ariadna Montiel durante un buen lapso y se acopló al estilo morenista de trabajo. Fue priísta, Diputada Local y Presidenta del Comité Municipal del PRI en aquellos ayeres. Casó con un activo militante de los morenaxos y vivió algunos añitos en la ciudad de México. Regresó a la frontera norte del país, la nunca bien ponderada Ciudad Juárez, y esperó pacientemente el regreso de las actividades políticas. Con la venia de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, fue designada por Ariadna Montiel en este nuevo cargo que hace unos días empezó a ejercer. Es inteligente y eficaz, no busca la confrontación ni los radicalismos y seguramente hará lo propio para convertir esa Delegación en una mejor institución, después del saqueo y heridas que le dejó Juan Carlos Loera. Es la señal, por ahora, de la nueva relación que existe entre el Estado y la Federación.