LAS PILAS

Díganle a Jorge Chávez, Secretario de Obras Públicas, que no se deje llevar por la inercia lopitosh de descomponer todas las carreteras habidas y por haber en el estado. Es que, parece que por la fuerza del abandono en que López Obrador y sus delegados tuvieron las rúas locales, sin un quinto de inversión, el funcionario estatal parece haber seguido la misma ruta del desaliento y el valemadrismo. Por ejemplo, la carretera a Delicias, de su competencia, esta como nunca, atacada de cunetas y baches gigantescos en toda su extensión. Es muy probable que Don Fernando Baeza se encuentre a punto del infarto cuando transita hacia su rancho ubicado en Lázaro Cárdenas y recuerda los días de su sexenio en que se levantaba a las cuatro de la mañana para revisar a los contratistas de la carretera de cuatro carriles a Delicias. No se diga el pavimento de Chihuahua a Guerrero, en donde igualmente se perdió la calidad que se había ganado con tanto esfuerzo y hoy por hoy los cráteres lunares han tomado su asiento en la carpeta. De la vía a Ciudad Juarez mejor ni se habla, porque esa ruandés federal se ha convertido en el ícono del importamadrismo y la negligencia. Así que sería mejor que Chánez se ponga las pilas, no baje tanto la guardia y recupere la calidad de las carreteras chihuahuenses, al menos las locales.