POBRE POLÍTICO

Un político pobre es sin duda un político pobre, decía el profesor Carlos Hank González de quién se ha de estar acordando mucho en estos días El Loerilla luego de que por pasarse de vivo, lo desalojaron de las oficinas de la Perú y Carlos Villarrea, ahí por dónde está la casa De Juan Gabriel y todo por no pagarle la renta al tristemente célebre ladrón de Banrural, Miguel Lerma Candelaria. Las oficinas se pagaban con recursos públicos y ahí se había establecido la delegación de Bienestar en Juaritos. Pese a eso, el Loerilla y su madrina Ariadna Montiel la usaron de cuartel de campaña electoral en el 2021 guardando los rótulos de Bienestar, que después el señor que tiene fama de agredir mujeres, volvió a sacar cuando perdió la elección para reabrir nuevamente como Bienestar sin mayor pudor o vergüenza. Ahora tras quedé huérfano de madrina por el pleito pasional que dicen que traen, intento poner nuevamente un cuartel de campaña electoral en las oficinas de gobierno, pero está vez no se lo permitió Ariadna a quien El Loerilla la anduvo poniendo como villana esa historia se la compraron en las columnillas del viejo periódico  ahora digital, que por cierto, fue también propiedad de Lerma Candelaria. Simple y llanamente la Montiel ya no pago la renta y si el pobre político hubiera querido seguir ahí, los mismos servidores de la Nación consultados, señalan que simplemente debió desembolsar un poco de las pensiones que ha retenido en su bolsa. Mejor dicho de sus ahorros. Su ex madrina ahora apoya a otro bando político y aquellos cuadernos y útiles que El Loerilla repartió por el estado en la precampaña del 2020, ahora los reparte la diputada Rosana Díaz que encampañada sueña con la Senaduría, aunque tenga poco trabajo legislativo, igual que Lord Cabada, así las cosas en la Cuatrote.