Abrirán Trump y Abbott cárcel para migrantes en zona de inundación

- Esta semana funcionarios del gobierno de Texas y miembros del partido republicano cercanos a Trump, visitarán el terreno que la Comisaría de Tierras ofreció para la construcción de un centro de detención migratorio.

En el condado de Starr, las autoridades texanas ya tienen listo un terreno para que el próximo gobierno de Donald Trump construya una mega cárcel para migrantes, lo que es bien visto por las próximas autoridades de la zona, pues consideran que este pondría a uno de los condados más pobres del país en el mapa e impactaría positivamente en su economía.

El comisionado electo de Starr, Eleazar Velazquez, comentó a MILENIO que la obra en su distrito podría traer beneficios a sus habitantes.

El próximo servidor público de madre mexicana, dijo no estar en contra de la migración, pero que se realice de manera ordenada y descartó que pueda existir violaciones a las garantías de quienes están contenidos en esta cárcel.

“Yo pienso que si hacen ese centro de detención va a traer muy buenos trabajos, muchos trabajos, directos e indirectos… no sé si sepan ustedes que el condado de estar es uno de los más pobres en todo Estados Unidos, sí se beneficiaría mucho el condado con un centro de detención de esa magnitud que quieren hacer”.

“Estos últimos años han entrado olas y olas de inmigrantes que se les dio un permiso y deberían haberse reportado para estar checando su estatus migratorio y al parecer muy poco porcentaje regresó, todas esas personas se encuentran ilegalmente aquí en el país”, indicó.

Esta semana funcionarios del gobierno de Texas y miembros del partido republicano cercanos a Donaldo Trump, visitarán el terreno que la Comisaría de Tierras ofreció para la construcción de un centro de detención migratorio.

Ubicado en un poblado llamado La Casita, en el condado de Starr, el rancho gigante de 1,400 acres (alrededor de 5.6 kilómetros cuadrados) se encuentra pegado al Río Grande (Río Bravo).

MILENIO recorrió el lugar y confirmó que desde hace tiempo hay maquinaria para la construcción de un muro que busca evitar el cruce irregular de migrantes, pues en esa zona se ha incrementado el paso de personas en los últimos años.

Habitantes del lugar señalaron que esas tierras tienen tendencia a inundarse, por lo que a los dueños anteriores no se les permitió construir y lo vendieron al estado como terreno agrícola. Este lunes acudirá una delegación del gobierno de transición para conocer el lugar.

Organizaciones de la sociedad civil lamentaron la política contra los inmigrantes del próximo gobierno y alertaron de posibles maltratos al concentrar a miles de extranjeros en una instalación de ese tipo.

La Oficina General de Tierras adquirió el rancho a lo largo del Río Grande en el condado de Starr, a fines de octubre de 2024. Menos de 24 horas después, el comisionado Buckingham firmó un Memorando de Acuerdo (MOA) con la Comisión de Instalaciones de Texas (TFC), otorgándoles autorización para comenzar la construcción del muro fronterizo estatal.

El condado de Starr es parte del Sector del Valle del Río Grande de la Patrulla Fronteriza, que ha registrado aproximadamente 1.4 millones de encuentros con migrantes que cruzan el Río Grande desde México hacia el sur de Texas desde enero de 2021.

Tras el triunfo de Trump, la Comisionada de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, envió una carta a la Administración entrante ofreciendo los más de mil 400 acres para la construcción de instalaciones de deportación y áreas de preparación para llevar a cabo los planes de la Administración Trump de deportar inmigrantes ilegales a partir de 2025.

"Como Comisionado de Tierras de Texas y administrador de más de 13 millones de acres, he prometido a todos los texanos desde que asumí mi función en el GLO utilizar todas las herramientas a mi disposición para obtener el control operativo completo de nuestra frontera sur", dijo el Comisionado Buckingham.

"Es por eso que estoy ofreciendo al Presidente electo Trump más de mil 400 acres de tierras estatales en la frontera sur para ayudar a su administración a llevar a cabo sus planes de deportación para poner la seguridad y el bienestar de todos los estadounidenses en primer lugar".

El comisionado electo de Starr, Eleazar Velazquez, recordó que Estados Unidos es un país conformado por migrantes, pero insistió que debe ser de manera ordenada y legal.

“No tengo nada en contra de los inmigrantes, este país se hizo con inmigrantes, no tengo nada en contra de que la gente venga siempre y cuando vengan con su propio documentos, todo legalmente. Si se ocupa la mano de obra, todos lo sabemos, nada más que hay un proceso para que se haga legalmente”
¿Ves algún riesgo por la construcción de este centro?, se le preguntó.

“Si es un centro de detención pues me imagino que debe de estar muy seguro, para que no se escapen, no quiero decir que esté presa la gente, pero es un centro de detención, no me gustaría que fueran meses, me gustaría que su proceso sea rápido para que no esté detenida… no creo que se violen los derechos humanos, aparte me imagino que va a estar en los ojos de todo el mundo, de los noticieros, por eso pienso yo que se debe de hacer y van a hacer un trabajo muy profesional”.

Al cuestionar su opinión del discurso en contra de migrantes del próximo presidente estadunidense Donald Trump, Eleazar comentó que la gente tomó la decisión de apoyar al Partido Republicano. 

“La mayoría de los condados aquí que eran demócratas, cambiaron a republicanos, eso es una de las mayores razones porque cambió, quiere decir que la gente está viendo que algo está mal… de que sean millones de deportados lo miro muy difícil la verdad, pero sí deberían de enfocarse en los que tengan récord criminales, la gente que anda trabajando pues anda trabajando, pero muchos de los que entraron en los últimos años lo miramos en las noticias causando problemas, hasta haciendo videos como tomar ventaja de las ayudas del gobierno de aquí, de Estados Unidos, toda esa gente no, pues para qué sirve”, reclamó.

Se prepara Texas para la oleada migrante

Los estados de Texas, en Estados Unidos, y de Coahuila en México, se preparan para una oleada migrante que se espera antes de que Donald Trump tome posesión como presidente.

Greg Abbott, gobernador texano, dijo que a pesar de la demanda que enfrenta del gobierno federal de Joe Biden, reclamando que no tiene facultades para frenar la migración en el Río Bravo, continuará con esta estrategia. Incluso Abbott publicó un video en el que se observa la instalación de nuevas boyas, pero solo fue con la intención de generar temor, ya que fueron retiradas.

MILENIO realizó un recorrido por la frontera y pudo confirmar que las boyas nuevas se encuentran almacenadas en Shelby Park, un campo que solía ser público y ahora está en control del estado de Texas.

El anuncio de más boyas ha generado reacciones en las organizaciones humanitarias quienes manifestaron su desacuerdo desde el años pasado cuando se instalaron ciento de ellas a lo largo de 300 metros frente al rancho La Nogalera, a 5 kilómetros del puente fronterizo entre Piedras Negras, México, y Eagle Pass, en Estados Unidos.

“Bueno las boyas hace como tal vez un año se pusieron unas y el cerco que pusieron también para no dejar pasar ha sido cosas muy lamentables para esta situación, muy poco digamos aceptables por parte de nosotros que defendemos derechos de los migrantes y podemos darnos cuenta que esto ha afectado y lastimado a muchos de los migrantes”, comentó Isabel Turcios, directora de la Casa del Migrante.

La estrategia y política agresiva en contra de quienes cruzan el río poco ha servido, ya que a pesar de que la vigilancia, las boyas y la cerca de púas, incluso del uso de balas de goma, se han incrementado, la migración irregular no cesa.

“El año pasado fue cuando más migrantes tuvimos de junio a diciembre, aquí pasaban más de mil migrantes diarios, pero sí era más peligroso para el migrante y la entrada era más difícil porque tenían que caminar muchos kilómetros para arriba donde no hubiera la cerca para poder ir hasta donde estaba el centro para que puedan ser procesados.

“Últimamente también tuvimos agentes del orden o policías y allá de Estados Unidos estaban tirando bombas lacrimógenas, que son ácidos horribles para los migrantes y sobre todo, se los tiraron a familias enteras que venían con sus niños, las familias gritaban que venían con niños y a ellos no les importó”, explicó la activista religiosa.

En Coahuila también se reforzarán los operativos en contra de los migrantes, anunció el gobernador Manolo Jiménez, al ser cuestionado sobre la posible colocación de más boyas.

“Sí creo importante seguir trabajando en conjunto en un proyecto para administrar y para contener la migración… si bien tenemos ya desde diciembre del año pasado un operativo permanente trabajando en el tema de inmigración, se va a intensificar, se va a fortalecer junto con el Instituto Nacional de Migración y la Guardia Nacional y el Ejército, en sintonía con agencias estadounidenses, bueno se van a proceder con operativos cuidando el marco de la ley y derechos humanos y aquellos migrantes que sean rescatados, serán deportados”, explicó en entrevista.

Para algunos migrantes que buscan el llamado sueño americano, estas campañas de miedo funcionan, pues no están dispuestos a cruzar por el río. Es el caso de Jaime Yamizar, que esperará la decisión del gobierno americano sobre su solicitud de refugio antes de intentar entrar a Estados Unidos de manera irregular.

“Vengo acá, como dice el dicho pensando en un sueño americano… no quiero cruzar nadando, si supiera que uno cruza y de repente uno tiene asilo, pues sí, pero mientras tanto le toca a uno esperar la cita, qué más puedo hacer por ahora”, expresó.

Como muchos, Jaime se mantiene en Piedras Negras y acude al asta bandera que se encuentra en el puente fronterizo, desde donde se observa claramente la vida en el “otro lado”.

 

 

(Información de Milenio)