Desaparición paulatina de las abejas es un problema para los seres humanos
- Por Editora
Con el fin de sensibilizar sobre la relevancia de los polinizadores, los desafíos que encaran y su papel en el progreso sostenible, la Organización de las Naciones Unidas ha designado el 20 de mayo como el Día Internacional de las Abejas.
La meta fundamental es salvaguardar a las abejas y demás polinizadores para que puedan aportar de manera substancial a la solución de problemas vinculados con la provisión de alimentos a nivel global y a la erradicación del hambre en las naciones en vías de desarrollo.
Bajo el lema “Compromiso con las abejas: por una producción agrícola respetuosa de los polinizadores”, el Día Internacional de las Abejas 2023 convoca a todos a actuar en favor de una producción agrícola que favorezca a los polinizadores y enfatiza la relevancia de salvaguardar las abejas y otros polinizadores, especialmente a través de prácticas de producción agrícola fundamentadas en información objetiva.
Las abejas están en peligro debido a varias razones, como el uso de pesticidas. Las abejas pueden ser envenenadas directamente por pesticidas o pueden ser indirectamente afectadas al consumir polen contaminado. Algunos estudios han demostrado que los pesticidas pueden afectar la habilidad de las abejas para navegar, lo que puede influir negativamente en su habilidad para encontrar alimento.
Por ejemplo, el glifosato, el ingrediente activo en el herbicida Roundup, podría estar contribuyendo al declive de las abejas melíferas y las abejas nativas en todo el mundo, según una investigación de la Universidad de Texas.
También hay una pérdida de hábitat, pues el desarrollo humano a menudo implica la eliminación de las flores silvestres que las abejas necesitan para la alimentación.
Cambios en el clima también podrían estar alterando la sincronización de la floración de las plantas, lo que podría resultar en una menor disponibilidad de alimento para las abejas.
La disminución de las poblaciones de abejas tiene varias consecuencias importantes. La más importante es la polinización. Las abejas juegan un papel crítico en la polinización de las plantas. Muchas plantas, incluyendo cultivos de alimentos, dependen de las abejas para su reproducción. Si las abejas desaparecen, podría haber un impacto significativo en la producción de alimentos.
La polinización es un mecanismo clave que asegura la continuidad de los ecosistemas, siendo vital para la generación y perpetuación de una gran cantidad de cultivos y vegetación silvestre. Alrededor del 90% de las plantas florales requieren de la polinización para su reproducción; de igual manera, aproximadamente el 75% de los cultivos de alimentos a nivel global y el 35% de las tierras de cultivo del mundo dependen, en algún grado, de la polinización.
Los polinizadores no solo juegan un rol crucial en garantizar la seguridad alimentaria, sino que su presencia es esencial para la preservación de la biodiversidad. Porque las abejas también contribuyen a la biodiversidad al polinizar plantas que crean hábitats para otras especies de fauna. La pérdida de abejas puede, por lo tanto, contribuir a la pérdida de biodiversidad.
Además, la disminución de las abejas puede tener un impacto económico directo en la agricultura y la apicultura. Algunas estimaciones sugieren que los servicios de polinización de las abejas valen miles de millones de dólares cada año. Por ejemplo, Mace Vaughan y John Losey, dos entomólogos, realizaron una investigación sobre cuánto contribuyen los insectos económicamente en los Estados Unidos. Lo que encontraron fue que se trata de unos 57.000 millones, sin incluir la polinización.
Para proteger a las abejas y a otros polinizadores, es importante manejar y usar de forma responsable los pesticidas, conservar los hábitats silvestres y de flores y combatir los parásitos y las enfermedades de las abejas.
Tomada de nationalgeographic.com.es
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