Nacional

La historia de marisela escobedo, un rostro humano del feminicidio: carlos pérez osorio

Your browser doesn't support HTML5 video.

  • Por editor FDS

Cdmx.- La historia de Marisela Escobedo le da un rostro humano al feminicidio, es un caso ejemplar de una activista, una luchadora, cuidadora de todos sus hijos y de su nieta, dijo el director del documental Les tres muertes de Marisela Escobedo, Carlos Pérez Osorio.

Al participar en la mesa redonda sobre el documental de Netflix, organizada por la Cátedra Nélson Mandela de la UNAM, mencionó que con el trabajo que realizó mucha gente se puede reencontrar con su capacidad de indignarse.

 “Yo sabía que esa historia tenía el potencial de llegar a mucha gente, no sabía cómo la iba a hacer y por fortuna encontramos la plataforma de Netflix. Los efectos del documental se vieron en las siguientes marchas en donde la gente escribía el nombre de Marisela en las calles”.

Comentó que Chihuahua y Ciudad Juárez jugaron un papel fundamental, “queríamos que fueran las locaciones reales, además de ser escenarios muy hermosos, queríamos dar una sensación de que la belleza del paisaje es testigo del horror que se vive en ese lugar.

 “Además de que fue un compromiso con la gente de Juárez y de Chihuahua. Ángel Pedraza, el fotógrafo, es de Ciudad Juárez y le pedimos que fueran esos los escenarios”.

Dijo que quienes le contaron la historia de Marisela y le facilitaron los contactos, fue gente muy cercana a ella, como Gabino Gómez, defensor de derechos humanos de origen campesino del noroeste de Chihuahua, además de Lucha Castro, activista social, feminista y defensora de derechos humanos, los dos fundadores del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres en Chihuahua.

Explicó que quería hacer un proyecto que visibilizara el proyecto del Centro de Derechos Humanos y de otras en Chihuahua, “estado que estaba al frente de una guerra civil no dicha, pero mujeres como Marisela están en la primera línea de la batalla”.

Carlos Pérez señaló que la respuesta al documental fue muy conmovedora “algo que me ha gustado es que ha generado un impacto en las escuelas, mucha gente lo está incorporando a sus planes de estudios, desde la Facultad de Derecho de la UNAM, hasta preparatorias públicas y privada. Es importante que haya llegado a las escuelas y que el caso se va a estudiar”.

Por su parte, la productora del documental, Laura Woldenberg, dijo que el documental sale en el contexto del 2020, que fue el año del feminismo; ayudó a entender las causas del feminicidio y a que con urgencia se deben atender.

Agregó que uno de los principales retos de producción era contar la historia de la manera correcta, con perspectiva de género y evitar a toda costa volver a revictimizar a Marisela y a la familia.

 “Esta historia aún no termina, hay gente desplazada a partir de lo que pasó hace 10 años. Fue volver a buscar el archivo en las televisoras locales, en las estaciones de radio y uno de los hallazgos fue todo el archivo personal de ella que era parte muy importante para poder documentar como era Marisela antes de esta tragedia, una enfermera, madre de familia.

“Me interesa contar historias con impacto social, con impacto en las políticas públicas. Uno de los grandes temas es poder conectar con las historias humanas para entender los grandes temas, las grandes problemáticas”.

Apuntó que las cifras son escalofriantes, pero cuando no se le pone una cara humana, es difícil vincular la realidad.

Alethia Fernández de la Reguera, coordinadora del Laboratorio Nacional de Diversidades del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, dijo por su parte que mientras en la mañanera se hace un concierto para las mamás, con el propósito de idealizar el mito de la madre, por el otro lado hay una marcha de las madres de los desaparecidos para exigir justicia.

El documental sobre Marisela Escobedo ha generado muchas reflexiones, muchas movilizaciones no sólo en México, sino en el mundo, pensando que el feminicidio actualmente, como lo ilustra el documental, termina vinculado a la lucha de los feminismos actuales, apuntó.

La académica recordó que en México hay 87 mil personas desaparecidas y que tan solo de enero a septiembre de 2020, desaparecieron casi cinco mil personas, de las cuales muchas son mujeres.

No es un tema de cuantificar, pero pensar las razones de género que significa para una joven vivir en México en zonas de maquilas o mujeres que están en las periferias, que todos los días se tienen que enfrentar al miedo de usar el transporte púbico, a ser acosadas o víctimas de desaparición forzada o de feminicidio, en un país en donde uno de cada cuatro casos se investiga como feminicidio y 3 de cada cuatro se investigan como homicidio con perspectiva de género.

A su vez, Enrique Díaz Álvarez, documentalista, cineasta, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, subrayó que la violencia en México son cifras de una guerra civi no declarada.

 “Esta acumulación propia de cifras termina como por anestesiarnos y esa normalización de la violencia es muy peligrosa.

“Ahí es donde yo creo que la parte artística tiene algo que decir, porque hay que encontrar medios para decir que cada cuerpo importa, y hay esa potencia que tiene lo sensible y permite encarar un problema desde dos tipos: ponerles rostro y lugar a las víctimas, y eso es una potencia que tiene el cine documental como Las tres muertes de Marisela Escobedo”.

Por Consuelo Medina, corresponsal Cdmx.

Comentarios