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Arrastró 300 metros arroyo de Santa Isabel a familia fallecida

  • Por Federico Martínez Vargas

Santa Isabel.- La troca que arrastró el río en la comunidad de Rancho de Rosas y que era tripulada por Rogelio Calamaco Parada y Denisse Payán, así como su hijo de siete años Alan Rogelio Calamaco Parada, fue arrastrada aproximadamente 300 metros ya que se quedó tirada en el vado del arroyo al momento de la tromba.

Mayra Calamaco, hermana del padre de familia, explicó que alrededor de las 20:30 horas recibieron una llamada de Denisse para avisarle que se habían quedado tirados en el arroyo, por lo que después de 20 minutos que tardaron en llegar, vieron que la camioneta ya no estaba.

Al ver que la corriente del río era demasiado fuerte y extensa y que la troca en que viajaba la familia no estaba, decidió alertar a otras personas por teléfono para proceder a buscarlos, localizándolos 300 metros más delante, siendo arrastrados por la corriente.

Uno de los habitantes del rancho fue quien encontró la troca, la cual estaba completamente cubierta por la crecida del río, teniendo que esperar hasta la madrugada para poder rescatar los cuerpos.

La desagradable sorpresa que se llevaron es que en el vehículo, el cual quedó completamente deshecho, no estaba el cuerpo del pequeño, procediendo a buscarlo a lo largo de la corriente del río.

Alrededor de las dos de la mañana fue localizado el cuerpo del menor justo en un arroyo qué pasa por la carretera a Santa Isabel, lugar hasta el que llegó el Servicio Médico Forense para levantar el cadaver.

Con respecto a cómo es que se habrían presentado los hechos, la hermana del fallecido explicó que tanto ella como las autoridades suponen que el padre de familia intento sacar de la troca a su esposa e hijo, ya que el joven fue localizado justo entre el vehículo y un árbol, la mujer permanecía dentro del auto y el pequeño fue arrastrado.

Los familiares están a la espera de que las autoridades hagan entrega de los cuerpos para ver si los velan en la capilla de la iglesia, en la funeraria de Santa Isabel, o en la casa de los difuntos, temiendo que las lluvias se vuelva a presentar e impidan el acceso a Rancho de Rosas.

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