La tumba de Fili...
- Por José Oswaldo
Ciudad Juárez.- Entre los daños colaterales por la demanda que afronta el Magistrado Filiberto Terrazas Padilla y que lo orilló a pedir licencia en su cargo, es el embate que sufre una joven abogada que se trajo de Chihuahua como asistente.
Abril Irasema Félix Quezada era recién egresada en el 2013 de la Universidad Regional del Norte (URN), cuando Terrazas Padilla la contrató en la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Pronto la hizo responsable de la Jefatura Jurídica de la delegación Chihuahua que encabezaba Filiberto.
En noviembre de 2014 “Fili” ocupó una de las 13 magistraturas vacantes en el entonces Supremo Tribunal de Justicia del Estado.
Para diciembre, el nuevo Magistrado de la Segunda Sala Civil ya se había traído de Chihuahua a la joven y bella Abril Quezada para hacerla Secretaria de Acuerdos, con apenas 27 años y sin trayectoria judicial.
Ahora la encargada de la Segunda Sala Civil, Olga Cano Moya, nombró a la protegida del Magistrado con licencia como Secretaria Proyectista, a sólo un paso de ocupar la titularidad de un Juzgado.
Esto a dos años de haber egresado de la URN y con menos de 12 meses de trayectoria en el poder judicial. Pero Irasema tiene muchos atributos que la hacen distinguida: Es rubia, piel blanca, sedoso cabello largo y unos ojos verdes que brillan como diamantes. Ni decir de sus anatómicas extremidades.
Lo anterior ha causado la indignación del personal del Tribunal Superior de Justicia, donde predomina más la selección por belleza e influencias que concursos de oposición para escalar.
Los quejosos dicen que ella no tiene la experiencia para el cargo ni méritos suficientes, sólo por ser recomendada y tener una portentosa belleza ha llegado al cargo, por lo que pidieron la intervención del Magistrado Presidente José Miguel Salcido Romero para acabar con estas prácticas.
Falta que la bella Abril Irasema sea recomendada de Salcido o novia de algún funcionario de alto rango en el Poder Judicial.
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