
Decenas de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) bajaron de un camión de mudanzas dentro del estacionamiento de una tienda Home Depot en Westlake y pusieron en marcha la operación que el Departamento de Seguridad Nacional llamó Caballo de Troya.
Con esta acción, en la que se detuvo a 16 migrantes mexicanos, guatemaltecos, hondureños y nicaragüenses, regresaron las violentas redadas en Los Ángeles.
Últimas redadas en EU
Dos días después, el viernes 8 de agosto, agentes federales detuvieron a otro grupo de trabajadores que se encontraba afuera de un Home Depot en Van Nuys. Lo hicieron por la mañana y después al mediodía en el mismo sitio, el preferido para las operaciones de migración.
La permisividad que Home Depot da a los agentes de ICE para realizar sus operativos, a diferencia de lo que sucedió en el estacionamiento del estadio de los Dodgers, donde la administración del inmueble, impidió a los elementos realizar redadas previo a un juego, provocó un llamado comunitario al boicot.
La mayoría de las redadas más violentas en Los Ángeles tienen como escenario los estacionamientos de la tienda Home Depot, conocida por ser un sitio en el cual se puede comprar todo tipo de materiales de construcción, además de que es posible contratar mano de obra.
Home Depot cuenta con más de dos mil tiendas en Estados Unidos y su dueño, Bernie Marcus, fallecido en noviembre de 2024, fue uno de los donantes de las dos campañas presidenciales de Donald Trump, así como de decenas de candidatos republicanos.
Migrantes amagan con protesta económica
En este nuevo escenario de acecho a la comunidad migrante, Los Ángeles vivirá, el martes 12 de agosto, una jornada en la que se ha convocado a no acudir a Home Depot, Walmart y otras grandes cadenas, además de no ir a la escuela o al trabajo.
Esto, para mostrar la inconformidad por la reactivación de las redadas, a pesar de la orden judicial que determinó la suspensión de operativos de ICE solo bajo criterios raciales.
“Usando nuestro poder para detener el terror de Trump. No trabajar, no escuela, no compras”, es el llamado de este paro comunitario al que han convocado diversas organizaciones de la sociedad y activistas pro derechos humanos.
El 11 de julio un juez federal ordenó suspender las redadas bajo criterio de perfil racial, un fenómeno que aterrorizó a los barrios latinos de Los Ángeles durante 45 días ininterrumpidos.
Después de la decisión judicial, las redadas quedaron en pausa hasta que vino la operación Caballo de Troya, ampliamente difundida por el Departamento de Seguridad Nacional, en una clara afrenta a la decisión judicial.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quien ha sido férrea crítica de las acciones federales contra la comunidad migrante de su ciudad, advirtió que:
“En Estados Unidos está mal discriminar racialmente a las personas. Está mal secuestrar a quienes se ganan la vida honradamente en estacionamientos y puestos de frutas, solo por el color de su piel. Defenderemos nuestros derechos en cualquier lugar, incluido el tribunal más alto del país”, luego de que el jueves pasado, la administración federal pidió a la Corte Suprema que levante las restricciones a las “patrullas itinerantes” de ICE.
El miércoles 6 de agosto, a dos meses de la primera redada en un Home Depot en Paramount, cerca del centro de Los Ángeles, nuevamente agentes de ICE realizaron detenciones sin orden judicial, esta vez en una sucursal ubicada en Wilshire, muy cerca del parque MacArthur.
Donde la presencia de agentes federales el mes pasado generó protestas y críticas, pues es un sitio en el cual se reúne la comunidad migrante y ese día había muchos menores de edad que presenciaron la movilización de agentes armados.
Dos días después de este nuevo operativo, agentes de ICE se presentaron en otro Home Depot, ahora en Van Nuys.
Detuvieron gente por la mañana y regresaron por la tarde nuevamente, lo que desató nuevas protestas de la comunidad migrante y el llamado al boicot, ante lo que las organizaciones promotoras, aseguran, es una clara violación a la orden judicial que había puesto freno temporal a las redadas.
Fundada en 1978, Home Depot es una mega ferretería y sus estacionamientos se han convertido en puntos de reunión de trabajadores de la construcción que buscan emplearse.
Llegan temprano y permanecen en el sitio a la espera de ser contratados, lo cual ha sido estratégico en la detención indiscriminada, como parte de la cuota de tres mil por día, fijada por la administración Trump.
Pero los Home Depot de Los Ángeles no son el único objetivo, pues se han registrado decenas de redadas en otras ciudades de Texas y Nueva York, un sitio que hoy es la zona cero de las redadas de personas indocumentadas que en su necesidad de buscar empleo, quedan a merced de los agentes de ICE.
(Información de Milenio)