Por Víctor Valencia De Los Santos
Ahora resulta que el aún prófugo de la justicia, el vulgar ladrón, César Duarte, está muy indignado con el exfiscal Santiago Nieto a quien acusó a través de sus 500 abogados, de haber violentado el derecho de presunción de inocencia, al atribuirle el delito de peculado electoral y desvíos de recursos públicos a favor del PRI.
Según los cientos de abogados del innombrable e impresentable sujeto, el exfiscal no debió solicitar a las autoridades judiciales la liberación de la orden de aprehensión contra el exgobernador.
Ahora el “próspero” banquero, ranchero y lotero, le violaron su intimidad, sus derechos humanos, su ética y moral pública, (¿¿así o más cínico?).
Duarte hace referencia a sus supuestos derechos como ciudadano, sin recordar todo el daño que le hizo a su desprestigiado partido y al patrimonio de los chihuahuenses.
No se asombre usted, si el tipejo este, se atreve a demandar a los chihuahuenses por no comprender que a lo macho no sabía lo que firmaba y lo que se robaba.
Seguimos a la espera eterna de que la dirigencia del PRI, después de tres años, le caiga el 20 o el 80 y lo amoneste, aunque sea con el pétalo de una rosa.