Copiosa nevada en Bocoyna y Madera

Parece que los exámenes de confianza que se supone les hacen a todos los policías fallaron en las evaluaciones psicológicas al menos con dos elementos quienes, este fin de semana, presuntamente, asesinaron a dos mujeres.

La madrugada del sábado, en el municipio de Gran Morelos, el director de la Municipal, Ricardo D. R., presuntamente baleó a su pareja sentimental, Julisa G. J., quien quedó herida y falleció en un hospital en esta ciudad.

El jefe policiaco fue detenido y en sus primeras versiones que dio a la policía dijo que en medio de una discusión se le cayó el arma y se accionó.

Quién sabe qué haya de cierto en esta versión, pues la Fiscalía del Estado no ha informado nada al respecto.

El otro caso sucedió ayer. Fue el de un policía con más de 13 años de servicio en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, quien presuntamente estranguló a una cadete de la corporación luego se privó de la vida de un balazo en la boca, utilizando el fusil de asalto que traía a cargo.

Esta tragedia ocurrió en una habitación del hotel Don Rubén, ubicado cerca del Periférico de la Juventud, siendo identificados los fallecidos con los nombres de Alexandro Vladimir N. M., policía estatal en activo y Teresa R. M., cadete en curso de Analista.