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Atribuyen en leyenda urbana en Camargo cuatro ligres a El Chapo

Por Osbaldo Salvador Ang.- La conseja popular en Camargo y sus alrededores, alimentada vastamente por las noticias y el poderío del personaje, atribuye la propiedad de los cuatro "ligres",...
  • Por José Oswaldo

Toma bien la foto

Toma bien la foto

No te acerques tanto

No te acerques tanto

370 kilos

370 kilos

Tranquilo, Néstor

Tranquilo, Néstor

Apúrele, liger

Apúrele, liger

Apenas quepo en este banquito

Apenas quepo en este banquito

Ya es hora de cenar?

Ya es hora de cenar?

Hazle caso, carnal

Hazle caso, carnal

A la una, a las dos y...

A la una, a las dos y...

Me caen mal los fotógrafos

Me caen mal los fotógrafos

Tons qué...

Tons qué...

Fueraaaaaaaaaaa

Fueraaaaaaaaaaa

No hacen caso

No hacen caso

Eh, pica

Eh, pica

Sobres pues

Sobres pues

Qué flojera

Qué flojera

Yupiiiiiii

Yupiiiiiii

Uno contra uno

Uno contra uno

Te la quito

Te la quito

Ahí viene este

Ahí viene este

Te digo

Te digo

Te huele la cola

Te huele la cola

Abusados

Abusados

Haz lo que dice

Haz lo que dice

De muertito

De muertito

Se la cree, mira

Se la cree, mira

Sírvanme una pué

Sírvanme una pué

Unidos hasta el infinito

Unidos hasta el infinito

Y más allá

Y más allá

El autor del reportaje

El autor del reportaje

Pálido, pálido

Pálido, pálido

Muy machín, pues

Muy machín, pues

Arre

Arre

Epa

Epa

Abriendo la puerta

Abriendo la puerta

Mmmmmmm

Mmmmmmm

Thor

Thor

Ahí voy

Ahí voy

La boquita

La boquita

Estas enojado?

Estas enojado?

Ahí viene la chuleta

Ahí viene la chuleta

A descansar

A descansar

Como director de orquesta

Como director de orquesta

Engarróteseme ahí

Engarróteseme ahí

Pongan atención

Pongan atención

Voltea para acá

Voltea para acá

Néstor, esposa e hija

Néstor, esposa e hija

Por Osbaldo Salvador Ang.- La conseja popular en Camargo y sus alrededores, alimentada vastamente por las noticias y el poderío del personaje, atribuye la propiedad de los cuatro "ligres", enormes y portentosos animales, mezcla de padre león y madre tigre, a El Chapo Guzmán.

Desde que los monstruosos felinos fueron abandonados en La Boquilla, sección municipal de San Francisco de Conchos, el pasado 26 de junio de este año, el rumor tomó alas y convirtió en una verdad pueblerina, o una leyenda rural, la versión del caso.

Los ligres eran de El Chapo (se acababa de fugar del penal del Altiplano) y eran usados para darles de comer los cuerpos de los enemigos en propiedades sobre el Lago Colina y regiones próximas, donde también se dice que existen mansiones del mismo sinaloense.

Sin embargo, la realidad es que los cuatro ligres pertenecen a Néstor Maturana, un chileno de Santiago, la capital de aquel país, domador de fieras salvajes, que los dejó abandonados porque tuvo que llevar a su joven esposa al hospital porque se hallaba en estado de embarazo.

Por eso, según su propia versión, abandonó en la carretera de Boquilla a Thor, Sibuk, Apolo y Tim, nacidos por parejas, e hijos todos de un león africanos que se cruzó con una hembra siberiana.

Néstor, de 57 años de edad, dice que los dos primeros tienen tres años y diez meses; la segunda pareja nació seis meses después, mientras que la madre murió y el padre regresó a sus dueños originales, pues solo estuvo en calidad de préstamo para preñar a la hembra.

"Somos actualmente desempleados, ya que no podemos trabajar en circos", dice el domador, víctima de la Ley Cirquera del Partido Verde Ecologista Mexicano, que prohíbe a los circos exhibir en espectáculos animales amaestrados que vivan en espacios restringidos.

Allá en el Rancho de El Chuchis, Jesús José Sáenz Gabaldón, alcalde de Camargo, ubicado adelante de la planta Pemex, el chileno abre la jaula y se mete con los cuatro gigantescos animales.

Un colmillo de Thor es del tamaño y grosor de un dedo medio de una persona; la cabeza apenas podría ser rodeada con ambos brazos y el peso de la bestia ronda los 370 kilogramos, según la última medición.

Los comandos de Néstor para dictar órdenes a los ligres son pronunciados en alemán, pues el idioma permite palabras cortas y duras que los animales captan con mayor facilidad y rapidez.

Thor se para sobre dos patas, araña el aire con su enorme garra y le ruge a su domador. Es el rebelde del grupo, que de repente envía señales de agresividad y fiereza a Maturana.

Pero Néstor, que los tuvo desde recién nacidos, les grita órdenes y les obliga a sentarse arriba de cuatro bancos de metal, colocados como en esquinas adentro de la jaula redonda con barrotes que no parecen ser demasiado fuertes.

Hace que se paren, que gruñan, que jueguen, que se hagan el muertito en el piso, que se alineen, que volteen la cabeza al mismo lado y al mismo tiempo y que caminen en círculos lentamente.

El acto mortal llega cuando el domador permite que entren visitantes a la jaula -incluído quien esto escribe- y se tomen fotos con las bestias como si fueran gatitos de ciudad, muy tranquilos y unidos como buenos hermanitos.

Su joven esposa, oriunda de Ciudad Madera, en donde conoció a Néstor y le dijo que quería aprender a domar ligres, le ayuda adentro de la jaula: le pasa el fuete, acomoda los bancos y, en silencio, controla a los fieros animales.

El domador dice que tiene un contrato de trabajo en los Estados Unidos para el 2016 pero que no le conviene aún cruzar con los ligres porque entonces debe cubrir una fianza de diez mil dólares.

Escuchó que con la Ley Cirquera no podría cruzar de estado a estado con las bestias y por eso decidió quedarse cerca para, llegado el momento, irse a la unión americana para cumplir el contrato que dice tener.

No especifica, pero reconoce haber tenido momentos de peligro con tigres, al iniciar su carrera como domador, la cual empezó desde niño, puesto que su abuelo se dedicaba a esto en los circos de su país.

Antes de concluir la entrevista, Néstor agradece profundamente la hospitalidad que ha recibido del alcalde de Camargo, El Chuchis Saénz, quien le permitió instalarse en su rancho.

"Si no fuera por él, no tendría dónde estar, y en general a toda la familia que se ha comportado maravillosamente con nosotros", expresa, antes de empezar a meter a la jaula donde duermen los cuatro enormes ligres.

Por lo pronto, Néstor y su esposa, originario de Ciudad Madera, Chihuahua, fueron tatuados para siempre por Camargo, pues en un hospital público de esa ciudad, nació su pequeña hija, que hoy cuenta con dos semanas de vida, con los ojos grises.

"Como mi abuelo, el domador", dice Néstor, orgulloso.

 

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