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Muere Pancho Ochoa, caricaturista que imortalizó a Chano Duarte y Eloy

El padre de Eloy y Chano Duarte, en versión caricatura, Francisco Pancho Ochoa destacado monero originario de San Francisco del Oro que hizo aún más famosa la frase Parral Capital...
  • Por Denisse

Chano Duarte

Chano Duarte

El padre de Eloy y Chano Duarte, en versión caricatura, Francisco Pancho Ochoa destacado monero originario de San Francisco del Oro que hizo aún más famosa la frase Parral Capital del Mundo con sus famosas y tradicionales tiras, murió. 
 
Su trabajo, peculiar y excelente según la crítica, le representó hacerse acreedor  galardones como el premio Tlacuilo de Oro en 1984 por "el Tacaos de Agua"; el Premio Nacional de Periodismo por "Don Concho" y com ya decíamos su consagración en Chihuahua con "Parral Capital del Mundo", protagonizada por Eloy y Chano Duarte. 
 
Gran parte de su pasión se encontraba y perdurará en la tira cómica, con la cual recorrió medios como El Novedades, el Diario de México y revistas como Los Supermachos. "El chiste es directo, pero el humor es abstracto, aunque muchas personas ven a blanco y negro las tiras en los periódicos, yo me he atrevido a usar el color", expresaba Pancho. 
 
"Incluso el próximo fin del mundo hay que tomarlo con sentido del humor", explicó en una entrevista que dio a El Heraldo Francisco Ocha,  por el festejo de sus 50 años como caricaturista, una actividad que ha plagado su vida de creatividad, crítica y análisis. 
 
Su inclinación artística quedó definida a la edad de 9 años cuando una operación de apéndice le obligó a permanecer en cama y recibió de regalo la revista Pakin, cuyo personaje principal era Spirit, del autor, Will Eisnert, lo que marcó su completa fascinación. 
 
En el año 1965 concluyó sus estudios en su natal Parral y viajó a la Ciudad de México en compañía de su familia, buscando un lugar para aprender a pintar caricaturas, sin embargo no lo encontró y se integró como practicante voluntario a los estudios de Gabriel Vargas, autor de la familia Burrón. 
 
Pero al coincidir con su desarrollo como caricaturista vino una época en que cayó en crisis la caricatura; existían pocas revistas y varias personas se quedaron sin empleo, entonces hubo que encontrar un trabajo en otros ámbitos, pero nunca abandonar sus sueños, este trabajo se dio en una empresa en el que se desempeñó como facturista pero dedicaba a buscar trabajo en el ámbito de la caricatura y logró entrar a Novaro, editores encargados de traducir historietas norteamericanas en cuyas páginas se integraban tiras cómicas. 
 
Hasta que un día recibió una llamada afortunada en La Prensa para participar en una historieta cómica y renunció a su oficina de facturista y llegó a recoger el guión que resultó ser de vaqueros, ahí inició su carrera en la caricatura, con algo que en realidad era dibujo serio. Después le llamaron a ilustrar Supermachos, una revista política, temática que tiraba 300 mil ejemplares donde colaboró por 6 años.

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