Ya pasaron más de dos meses de la masacre de once personas en Ojinaga y hasta la fecha no hay un solo detenido.
Las víctimas, supuestos integrantes de uno de los dos grupos delictivos que pelean el control de la zona, fueron dejadas el pasado 20 de septiembre en una calle de terracería, muy cerca de lo que se considera como la zona centro de esa ciudad.
Después del hallazgo todas las autoridades anunciaron operativos, los hicieron, pero de poco sirvieron y mientras los responsables continúan libres paseándose por la región ala vista de todos, incluso hasta de los mismos policías, quienes al verse superados optan por voltearse para otro lado, como quien dice, cada quien por su lado.
Comentan que recientemente, tres patrullas de la Estatal iban rumbo a Ojinaga cuando se toparon con un convoy de más de ocho vehículos con hombres fuertemente armados y a los policías no les quedo de otra más que seguir su camino.