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Boxeador: a Gerónimo Olvera

  • Por Alejandra Pérez
Boxeador: a Gerónimo Olvera

Por: León Reyes Castro

¿Falta de vocación o miedo?

En el barrio, no había como destino más que ser rielero, mecánico, o ratero, en especial "jaulero" en sus variantes de coscorronero, cristalero, o boquetero.

Eran los años en que el ratón Macías, nos había destrozado el alma, al perder la pelea por el campeonato gallo, con el francés Alfonse Halimi. 

Algunos pensábamos que podíamos recuperar el orgullo nacional, perdido en ese combate, para desempatar, habíamos ganado la batalla del 5 de mayo y perdido la pelea de box, necesitábamos la revancha.

Qué tal si junto con recuperar la primacía en el box, también por ese camino, salía de jodido.
Frente a la casa de mis padres había un salón de usos múltiples, construido por los vecinos, ahí se celebraban: reuniones vecinales para gestionar los servicios públicos, bailes, fiestas y también servía de gimnasio, ahí construí la posibilidad de asistir a la olimpiada de Tokio y ganar la medalla de oro, para después, hacerme profesional y ser campeón mundial.

Pregunto a los pocos que construyeron ese espacio y sobreviven, el por que del nombre y nadie lo sabe, se llamaba el "descuajirongue", ya no existe, pero lo recuerdo con dos anuncios en el exterior, uno de la cerveza Cruz Blanca y otro de austriaca, cervezas de fabricación local.

Nuestro entrenador era el "comino", en su época peso, mosca y decía haber peleado con la gloria cubana, kid chocolate. 

Su servilleta era peso gallo natural 53.525 kg decía el "comino": estilo cabrones, los fijadores son así porque son pendejos, en el box se trata de que no te peguen, después pegas y así poco a poco destruyes a cualquiera.

Rolling, bending moviendo los pies, ni un momento quieto, jab, jab, repites repites, abres camino, gancho, oper, nada de volados, con un carrizo te pegaba en las corvas y te decía: movido pendejo o te cae un rayo o te nokean. 

Así llegó el torneo de barrios, de ahí al estatal de los guantes de oro, ganando ésto, al nacional y luego selección olímpica, la medalla de oro era la meta.

Primera pelea, me toca un chavo de los cuarteles, se le notaba que nunca comía a llenar, peladita, tres rounds bailoteando, jabs, por todos lados, algunos ganchos, dos tres opers.
Ni me despeina, decisión unánime a mi favor.

Segunda pelea, igual que la anterior, pero me tocó uno de Ávalos, el tercer round, abro camino con el jab, apoyo el pie izquierdo gancho al hígado, se dobla, remato con cruzado a la quijada y cuéntenle, ko out. Ya me veía y que tal si en lugar del coco, me pongo el ratón. 

Tercera pelea: me toca uno de la Dale, bailoteo, jab, jab, no me da resultado, el guey camina para delante como si nada, me conecta dos tres jabs, pega con madres, me duele un chingo, lo abrazo, me grita el "comino " no lo sueltes, se me escapa y se viene sobre mí, oigo: piernas, muévete, me tapa la salida, me madrea por todos lados, siento lo duro y lo tupido, ya no escucho los gritos del "comino", suena la campana, no encuentro ni la esquina.

Me siento en el banco y el "comino " encabronado ,dice : pendejo ¿Ya se te olvidó todo lo que te enseñe? Baila, muévete de izquierda a derecha, jab para que lo detengas, agáchate, rolling, bending, segundo round, hago todo lo que puedo y no lo paro con nada, de pronto no sé ni de donde, ni como, recibo un chigaputamadrazo, entre quijada y oreja, al suelo y cuéntenle, a la cuenta de 5 me siento bien para levantarme, pienso me vale madre el orgullo nacional y para salir de jodido hay otros caminos, es más fácil de ratero que de boxeador , me grita el "comino" ¡levántate cabrón, no seas rajado! y yo pienso: me levanto madres, éste guey, si quiere salir de jodido, espero hasta 10 y me levanto, llego a la esquina y el "comino" enojadísimo me dice: te vi estabas bien, te podías levantar, termina la perorata diciendo: ¡Cabrón rajado!.

A los días regreso al gimnasio me topo al "comino " ¡a entrenar, tienes facultades! me dice, contesto: búscate otro pendejo a quien madreen yo mejor voy a ser licenciado. Y heme aquí aparte de ser escritor frustrado, tampoco pude ser campeón mundial de peso gallo y hoy la báscula marca 87kg.

Unánime, halimi.