País productivo competitivo

Muchos pensamientos…un sólo equipo

Por Carlos González Fernández

“Desde cualquier ángulo en el entorno” sobre el tema, infiere que para fomentar y rescatar a la micro, pequeña y mediana empresa, tiene que darse una conjunción entre las buenas voluntades y los buenos apoyos que representan, además de los llamados créditos blandos, las dispensas que deben ocurrir con los impuestos y que la nueva Reforma del sector, difiere en el primer año de operación para que la carga impositiva no sea causante del cierre de las empresas chicas que recién inician (intereses proporcionales a las posibilidades del micro y pequeño empresario). Debe ser efectiva la estrategia nacional como proyecto articulador, diseñado con la participación de empresarios y trabajadores, y en el contexto de su conceptualización, revisar las modalidades laborales más pertinentes para su resurgimiento. Así se proclama: Impulsar las Reformas necesarias para estimular la inversión y el empleo mejor remunerado, vinculado a la productividad y a la educación que eleve nuestra competitividad.

En el contexto de la mediana y gran empresa, a través del diálogo social, las organizaciones sindicales, las organizaciones empresariales y los poderes públicos junto con los poderes legislativos, alcancen en la praxis de las Reformas, los acuerdos sociales pertinentes sobre el empleo como expresión de una voluntad compartida hacia la consecución de acuerdos para favorecer el empleo estable y la cohesión social.

Apostar a un modelo de crecimiento económico equilibrado y duradero, basado en la mejora de la competitividad de las empresas y en el incremento de la productividad; un modelo de crecimiento económico estable y sostenido. Se dice fácil; liberación de recursos para reactivar el crecimiento productivo; los recursos financieros, producto del ahorro de los trabajadores mexicanos (¿cuáles ahorros? ¡las afores!), deberán ser orientados en forma prioritaria hacia los proyectos de infraestructura productiva; deben ser la base para el financiamiento de oportunidades de empleo y más trabajo.

El destino fructífero de los recursos de las Afores y su correspondencia con las prioridades del país hacia los denominados proyectos productivos. Es preciso, adicionalmente, adoptar políticas capaces de dar respuestas a los retos que plantean la globalización, la preservación del medio ambiente, la sociedad del conocimiento, los desequilibrios territoriales, la demografía, los flujos migratorios y los servicios de infraestructura social básica.

El crecimiento y desarrollo del país se sustenta en una Población Económicamente Activa, PEA con empleos mejor remunerados, con ingresos mejor distribuidos; el énfasis está en el empleo y la productividad, en hacer crecer el empleo en proporciones superiores al crecimiento de la población, otra vez, decirlo es fácil; ello es factible utilizando coherentemente los instrumentos del Estado con los actores sociales y económicos.

De la valoración de la áreas de oportunidad que tiene el país, dadas sus condiciones geográficas, recursos naturales, estructura productiva, el valioso capital humano, infraestructura y otros factores, se desprende que, aún respaldando a las industrias exitosas y líderes en el mercado, a la articulación inteligente con el sector de la maquila de exportación y de la micro, pequeña y mediana empresa, es necesario focalizar esfuerzos, recursos y voluntad política para desarrollar las potencialidades de los distintos sectores por su impacto directo e indirecto en la generación de empleo o en la consolidación de una planta productiva competitiva o para aprovechar recursos subutilizados: minería, turismo, pesca, acuacultura, vivienda, energías alternativas, especialmente la energía solar, infraestructura en comunicaciones y servicios, agroindustrias en todas sus fases, entre otras. Uf, soñar no cuesta nada…

[email protected]. Presidente de la AECHIH, AC.