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Poder Judicial, su reconstrucción

  • Por Cynthia
Poder Judicial, su reconstrucción

Posiblemente por mi paseo por la ESCUELA DE DERECHO y a pesar de que, los que yo considero, subjetivamente y seguramente cometeré injusticias Maestros, fueron pocos, algunos de ellos, me enseñaron el valor e importancia de la Ley, del Estado de Derecho, de la necesaria separación de poderes,

Y la igualdad ante la Ley, como garantes de una vida civilizada en comunidad.

Nada me ha parecido tan indignante que la cobardía de los miembros del poder judicial para someterse al poder ejecutivo.

Junto a ésta conducta, los acontecimientos de el sexenio pasado que rayaron en un golpe de estado, de consecuencias lamentables para un estado de Derecho, fueron todas las maniobras avaladas por el Legislativo y aceptadas sin queja alguna por los integrantes de la judicatura para someter al poder judicial al poder ejecutivo.

Estoy seguro porque lo he visto y vivido que ése sometimiento no es nuevo, pero llegar a la ignominia del Sexenio Duartista fué llegar a los limites.

Muchas cosas sucedieron, pero va un botón o la gota que derramó el vaso.

Se removieron a un grupo de magistrados que según destacados abogados representaban la experiencia y el conocimiento en la aplicación de la Ley.

El presidente del entonces supremo tribunal de justicia, al igual que el entonces rector de la UACH.se transformó en marionetas que como Damas de Compañía resguardaban los flancos del Gobernador.

Si bailaba le seguían el paso, si se vestía de uniforme deportivo, se les veía con el mismo atuendo, camioneta blindada, para él y su familia, etc.etc.

Nunca antes se llegó a tal grado de ignominia.

Bueno, hasta operadores electorales al servicio del PRI fueron.

Con las reformas a la Ley, se nombraron magistrados, salvo dos o tres, impresentables en el mundo de la judicatura, en negociaciones con dirigentes del PAN, el ejecutivo, en la compra de conciencias de la disque oposición, celebraron conciliábulos, para repartirse el pastel de las magistraturas.

Se creó el consejo de la judicatura, con el mismo fin, construir un órgano al servicio del ejecutivo, para garantizar inmunidad e impunidad.

Este poder y el consejo de la judicatura, deberán se limpiados, para poder transitar a una real separación de poderes.

Esperemos no se presente el infaltable Gato Pardo de Lampedusa. Que de impresentables del PRI, tengamos impresentables del PAN.

Que no habrá Abogados capaces y decentes que puedan ser nombrados MAGISTRADOS Y JUECES.

Según mi ignorante opinión en ésta área del gobierno, lo mejor es escoger entre las personas que tienen carrera judicial, que la meritocracia y entre ellos la capacidad y probidad sean los criterios imperantes.

Desde el punto de vista del poder, poco a poco, las trincheras del Duartismo serán desmanteladas.

Hay ingenuos como el Magistrado Villegas y algunos beneficiarios del Duartismo, que piensan que pataleando, se pueden salvar de la tromba.

No lo creo.

COLOFÓN:

En una reunión partidaria, se encontraba presente el Presidente , en turno, del Supremo Tribunal de Justicia, cosa para mí nunca vista, estábamos en campaña electoral, de pronto el abogado de marras toma la palabra y como si nada dice: Señor Gobernador el Poder Judicial está a sus órdenes y al servicio del partido.

Compartíamos una buena carne asada, junto a uno de los Secretarios del ejecutivo, me separé del grupo, caminamos y me dice el funcionario: este cabrón que está haciendo aquí, está bien ser marrano, pero no tan trompudo.

Por cierto ésta anécdota no sucedió en el sexenio de Duarte.

A los miembros de la Judicatura, no les haría daño una dosis de dignidad y cojones.