Opinión

Mariguana medicinal: la simulación

  • Por Cynthia
Mariguana medicinal: la simulación

Por: Yuridia Sierra 

“Estamos en la antesala de que, 1) Reparen el camino, que den pasos adelante en el cual, sobre todo, propongamos que haya una mayor prolijidad al uso médico de la mariguana que tiene sobradas características y sobrados estudios médicos respecto del por qué sí debe avanzar; y 2) El tema de otros usos, iniciar un proceso regulatorio que es mucho más benéfico que seguir de derrotistas con la prohibición, que lo único que deja es una secuela interminable de daños colaterales, como lo llaman las autoridades, aunque nosotros les llamamos muertos y desaparecidos, pero esa es la realidad que vive el país.

Resultaba muy preocupante que en un acto que requeriría calidad de estadista, Presidencia opte por prohibir aún más, cuando lo que tenemos que hacer es apostar a la regulación, como está sucediendo en California....”, me dijo ayer Juan Francisco Torres Landa, uno de los fundadores de SMART, que hace un año ganaba en la Corte la posibilidad de utilizar mariguana con fines recreativos, respecto de la discusión que se generó ayer en el Senado sobre la posibilidad de que se permita su uso con fines médicos.

“La legalización es una tendencia global. No me refiero a una moda, sino a que los países que debaten y legislan al respecto vieron una opción viable para corregir o hacer más completos sus esquemas de combate al consumo y tráfico de drogas. Yo misma aplaudí el hecho de que la Presidencia anunciara los debates de los que ayer habló Osorio, tras el pase para gol que representaba el fallo en la SCJN del ministro Zaldívar...”, escribí hace un año en este espacio, cuando Enrique Peña Nieto dijo que jamás permitiría que sus hijos usaran la mariguana con fines recreativos.

Ahora la discusión sobre la cannabis medicinal está de nuevo en el aire, porque el Senado discute una nueva iniciativa que más que abrir las posibilidades, lo único que pretende es criminalizarla otra vez. “Otra enorme deficiencia es que no se permite la producción nacional. Aun si se permite el uso medicinal, no están avalando el cultivo local, lo que es una tontería, porque implica que el favorecimiento hacia campesinos y sectores agrícolas, vaya fuera de México (...) estamos gastando divisas en importar sustancias que podríamos generar localmente y que brindaría paz, orden a un estado como Guerrero...”, me agregó Torres Landa, hablando de lo que sucede con un medicamento como la morfina, derivado de la amapola, una de las joyas de la corona agrícola de uno de los estados más pobres y violentos del país.

Le tienen mucho miedo a este debate (o tienen grandes negocios con quienes se benefician de los altos precios producto del prohibicionismo). Incluso a partir de lo resuelto en la SCJN respecto de la mariguana lúdica y recreativa, opositores a esto comenzaron a actuar para romper el camino a la jurisprudencia que permitiría hacer de una tendencia, una ley, un precedente obligatorio. La Cofepris tampoco ha ayudado, pues no ha resuelto los amparos que desde hace un año varios ciudadanos han solicitado para que se les permita, así como a los cuatro fundadores de SMART, hacer uso lúdico de la mariguana. Nada más le están dando la vuelta con discusiones que no llevan a nada: “PRI, PAN, PRD y PVEM en el Senado lograron esta tarde un acuerdo para incluir en la mariguana medicinal a los derivados de la cannabis en concentraciones de 1% o menores de THC y que tengan amplios usos industriales, lo que implica que el cáñamo puede ser comercializado, exportado o importado, si cumple los requisitos establecidos en la regulación sanitaria.

Pero a pesar de este acuerdo, el Senado no avanzó en la aprobación de esta reforma legislativa que implica un cambio histórico para el país, porque el grupo parlamentario del PAN condicionó su voto a que el pleno de la Cámara de Diputados apruebe en sus términos la minuta de la Ley contra la Trata de Personas...”, se reportó ayer en este diario. Dicen los panistas que, en realidad, “hay fila” de proyectos esperando su turno de ser votados en el pleno del Congreso. Estamos llegando tardísimo al debate, me dijo Torres Landa: acá apenas estamos reconociendo todas las consecuencias que nos deja la prohibición, mientras que en otros países o territorios (muchos más de los que un país productor, pero decente podría ver sin avergonzarse), se dan pasos enormes para destrabar el tema. Pero aquí, como siempre, vamos tarde y atrás, incluso ahí en donde teníamos todo para ir adelante.