Opinión

Los pretextos sobran, las excusas ofenden

  • Por Osbaldo Salvador N
Los pretextos sobran, las excusas ofenden

La esperanza y el carácter de los chihuahuenses se han constituido como el único bien de la sociedad que -aunque lacerado, mutilado y apabullado-, continúa siendo el placebo para nuestro orgullo norteño de independencia, tenacidad y productividad. Sin embargo, paradójicamente, esta carga emocional ha permitido que en los últimos años de ejercicio gubernamental se prostituyeran los principios indispensables de eficiencia, desarrollo y visión de Estado, que gobierno y sociedad habíamos venido construyendo; sí, con sus vicisitudes propias, con aciertos y desaciertos, compromisos incumplidos, proyectos en el tintero, apologistas y detractores; pero nunca, en la historia reciente de nuestra querida tierra septentrional, la agenda estatal había adolecido en tal grado de frivolidad, improvisación y desprecio por el ejercicio gubernamental.

En los últimos años, el deporte local por excelencia ha sido derrochar la paciencia e insultar la inteligencia de quienes habitamos esta tierra.

Es innegable el lastre que la administración 2010-2016 heredó a la sociedad, sería monótono enunciar por enésima ocasión los yerros y tropelías (hasta ahora mediáticas) cometidas en detrimento de los chihuahuenses por una camarilla de cínicos (eso sí percibido socialmente), pues cualquier persona con dos dedos de frente -incluidos los gobernantes actuales- inferiría fue la causa que el anterior partido en el poder fuera relevado súbitamente el pasado 5 de junio en los comicios electorales.

Y, ¿por qué refiero que ese lastre fue heredado a la sociedad? La respuesta es por demás sencilla: quienes pagamos las consecuencias de las malas decisiones políticas, somos los habitantes; quienes padecen la incompetencia y la escases de servicios públicos, son las colonias; quienes no se benefician por una obra inconclusa o de mala calidad, son los usuarios; las personas que no llegan a su trabajo a tiempo por el transporte colectivo deficitario, son hombres y mujeres que salen todos los días a las 5 de la mañana a sobrellevar la ya de por sí desigual estructura económica.

Entonces ¿por qué insistir en la herencia de contextos sociales entre partidos políticos? ¿Por qué seguir institucionalizando la justificación y la animadversión personalísima? Si la participación ciudadana le otorgó al actual titular del Ejecutivo Estatal las facultades de administrar los recursos tributarios de todos nosotros y lo que esto conlleva, es decir, vender activos, reestructurar deuda, recortar gastos suntuosos y excesivos; vaya, si debe vender el Palacio de Gobierno, y culpar al anterior gobernador, que lo haga; pero los bienes, servicios y obra pública no debe estar sujeta a simplismos justificativos que en nada abonan al desarrollo de nuestra entidad.

En esta vorágine de información los pretextos sobran y las excusas ofenden. Debe quedar claro: ¡Ya no hay margen para el error!, el fracaso del actual gobierno, sería el nuestro.

Quiero creer que estos primeros meses han sido aleccionadores… Que el sistema educativo estatal cuenta con un programa y un rumbo para todos los niveles y modalidades, y no que la incompatibilidad ideológica y el desconocimiento de sus directivos afectará el rumbo del área más hermosa e importante de quehacer público.

Tengo la esperanza que la Comisión Estatal de Vivienda, Suelo e Infraestructura de Chihuahua presentará en breve un programa integral de vivienda para su implementación principalmente en Ciudad Juárez, y no que las cuestiones personales, la incapacidad y el evidente encono partidista de su Director General sean la constante en la política de vivienda.

Esperamos buenas noticias en la Secretaría de la Función Pública en materia del acatamiento a la obligatoriedad de las declaraciones patrimoniales de los servidores públicos, o la presentación de programas de Testigo social y Transmisiones en línea de los procesos licitatorios, y no la fútil información del procesamiento fallido a ex funcionarios y las aspiraciones laborales del cónyuge de la titular del ramo.

Confiamos que la estrategia de la comunicación social-gubernamental tenga objetivos de consenso y no inquisitorios;

Apelemos a la concurrencia de facultades y estructuras para que la Fiscalía haga su trabajo y castigue a quienes delinquen (incluidos los del anterior gobierno que hayan cometido latrocinio) y no que se nos informe de los juegos de golf entre el Fiscal y el Gobernador.

Las últimas elecciones marcaron un hito en la historia moderna de nuestro estado, a los ciudadanos de todas las corrientes de pensamiento y políticas nos fueron presentadas tres propuestas de trabajo: las dos tradicionales y la independiente. El resultado fue contundente.

El bono democrático no es lo único que se merma ante la falta de resultados… la paciencia también se agota y esa, según la historia, busca cauces menos ortodoxos para sus expresiones.

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