Opinión

Súplica al Lic. Joaquín Sotelo Mesta

  • Por Cynthia
Súplica al Lic. Joaquín Sotelo Mesta

Por Luis Villegas 

Estimado Joaquín:

Hace exactamente dos años diez meses (21 de julio de 2014), en una entrevista que concediste a Karen Santamaría, en tu calidad de Presidente del Colegio de Abogados, con gran entereza y virilidad, admitiste que, para esas fechas, se estaba “viviendo un incremento en la violencia”; que existía, además, “otro tipo de violencia que es la de la no tolerancia a la libre expresión”; que no había libertad de designar a los dirigentes de algunas instituciones; que el sometimiento a los caprichos del anterior gobierno no permitía “la injerencia para impedir dichos actos”; que la justicia en nuestro Estado no era alentadora, si se consideraba que las instituciones como el otrora Supremo Tribunal de Justicia del Estado, la Comisión de Derechos Humanos, el Instituto de Transparencia y hasta el Congreso del Estado estaban sometidos; que “la justicia tiene un sesgo hacia el Poder Ejecutivo o a sus intereses”; y que el Gobierno ciertamente quiso callar las voces que se alzaron “para expresar las violaciones al estado de derecho”.1

Meses más tarde, se dio cuenta que el juzgado Segundo de Distrito admitió un amparo contra el proceso de elección de 13 magistrados, radicado con el número de expediente 1428/2014, promovido por el Colegio de Abogados, todavía presidido por ti en ese entonces;2 respecto de ese tema, con toda claridad puntualizaste: “Si ya tenían todo designado ¿para qué nos engañan?”; “debió haber una evaluación técnica para determinar quiénes son los idóneos para el puesto”; “es un fraude en que se manda el mensaje de que se privilegia otra cosa, no lo técnico, la experiencia, la honorabilidad”; y “las magistraturas se convirtieron en puestos políticos, por eso en breve se les podrá ver en la calle en reparticiones de cobijas y despensas”;3 en este sentido, en otra nota, se difunde otro dicho tuyo: “Se atendieron más los criterios políticos que las capacidades de los aspirantes, quienes llegaron al cargo de magistrados sin ningún tipo de mérito como el que imponen los exámenes de oposición evaluados por un conjunto de expertos en la materia”.4

Al paso del tiempo, diversos medios informativos dan cuenta de tu posible elección como Consejero de la Judicatura;5 y de tus filias políticas (candidato a Síndico por el PAN).6 Meses atrás, el mismo Colegio, que tan acertadamente presidiste, siguiendo tus pasos, haciendo acopio y alarde de intachable integridad, y haciéndose eco de ese temple y recio carácter que te singularizan, se pronunció en favor de la reforma al Poder Judicial “por considerar que establece en el fondo las reglas para que éste sea realmente independiente”.7

Guíanos, Joaquín; ilumínanos; erígete en ese faro inconmensurable que los tiempos reclaman; morigera, si puedes, los excesos del soberbio (perdón, quise decir “soberano”) de Palacio; mándanos e iremos a acompañarte, haciéndonos eco de tu atronadora voz, en la diatriba que endilgues a quien hoy como ayer -y ayer como anteayer, y anteayer como hace dos sexenios- se alza como campeón en el acto de violar la Constitución, la ley y cuanto ordenamiento se le atraviesa. Hazlo, pero sobre todo, predica con el ejemplo y demuéstranos, que aunque ya tengan todo dispuesto no van a engañarnos porque asumes, como es verdad, que careces de la idoneidad necesaria para ese puesto; que se está atendiendo a criterios políticos; que de llegar a Consejero de la Judicatura sería sin ningún tipo de mérito al respecto; y que, por encima de los intereses de coyuntura, están tu integridad y tu verticalidad en juego.

Después, luego de declinar el impertinente ofrecimiento, aconseja a tus iguales para que, juntos, de nuevo, hagan vibrar sonora su voz y reclamen a ESTE Gobernador: El incremento de la violencia (que él mismo admite);8 y 9 la intolerancia frente a la libre expresión;10 la falta de libertad para designar a los dirigentes de los poderes e instituciones del Estado;11 y 12 la intromisión para impedir dichos señalamientos;13 que la justicia en nuestro Estado no sea alentadora, si se considera que instituciones como el Tribunal Superior, el ICHITAIP, el Congreso del Estado, etc., están sometidos al Gobernador;14, 15 y 16 que la justicia tiene un sesgo hacia el Poder Ejecutivo o sus intereses;17 y que el Gobierno quiere callar las voces que se alzan para expresar las violaciones al estado de derecho pues, como es del conocimiento público, no le gustan los medios de comunicación pero puso el suyo propio18, 19 y 20 y desdeña, se burla y pretende amordazar a los periodistas.21 y 22

Hoy como ayer, como anteayer y antes de eso, quedo a tus apreciables órdenes:

Luis Villegas Montes.