Opinión

Las Mineras y los Pueblos

  • Por Redacción C
Las Mineras y los Pueblos

Por Víctor Manuel Medina Calderón

Increíblemente aparecen en algunos medios de comunicación, ciudadanos que argumentan ser parte de la comunidad del ejido Benito Juárez municipio de Buenaventura, con la intención de denunciar las arbitrariedades cometidas en su contra al no permitir que se exploten reservas de minerales por parte de compañías mineras señalando que al no permitir dichas explotaciones, se están limitando sus derechos ya que son “fuentes de empleo” para los habitantes de dicha comunidad.

Y es que las empresas mineras continúan con su esfuerzo de pretender instalarse en zonas ricas en ciertos minerales sin que les importe mucho el daño ecológico que hacen al ecosistema ya que cuando así les conviene, simplemente se marchan, dejando zonas altamente contaminadas con sus procesos de separación de metales a cielo abierto.

Habría que recordar que el ejido Benito Juárez, es un pueblo de lucha, de hombres y mujeres que se han forjado con la lucha social en muchos y diversos temas pero sobre todo en el tema de la defensa de su territorio y sus riquezas minerales como la plata y el zinc al no permitir que empresas mineras se instalen en la zona, no solo desde el ámbito de la resistencia civil pacifica sino con mandatos jurídicos obtenidos a través de amparos, que impiden que en un plazo de 99 años puedan instalarse empresas mineras en su territorio.

Hoy resurge la intención de una empresa minera de instalarse y pretende por medio de denuncias mediáticas y usando a supuestos ejidatarios, instalarse de nueva cuenta en la región que ha sido territorio de confrontación, donde la sangre de Ismael y Manuelita Solorio recuerda constantemente sus ideales y sus luchas.

Recientemente tenemos un claro ejemplo de lo que comúnmente nos dejan las compañías mineras que se llevan la riqueza extraída a cambio de espejitos. Lo sucedido en el mineral de La Perla en el municipio de Camargo, deja claro mensaje del desastre ecológico que originan cuando millones de litros de agua contaminada con desechos de extracción de la mina de fierro se esparcieron al reventarse un deposito tipo represa arrasando con animales, algunas áreas de cultivo de forraje, zonas habitadas e incluso invadiendo arroyos naturales del lugar, contaminado vasta zona de esa región.

Sin duda graves agresiones al ecosistema con afectaciones para una gran cantidad de personas son los resultados de contar con empresas mineras que si bien generan algunos empleos, extraen la riqueza del subsuelo afectando grandemente el territorio y a su población.

La lucha para los pobladores del Ejido Benito Juárez no termina, pero estamos seguros que redundará en los beneficios que los lugareños buscan para ellos y sus familias.

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