Opinión

Gobernador silente ante fracaso en seguridad

  • Por Editor 1
Gobernador silente ante fracaso en seguridad

Quienes mejor que los expertos para hablar de lo que se está haciendo bien o mal en determinados temas, quien mejor para hablar de la seguridad pública que uno de los principales asesores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estudioso del tema en Latinoamérica y diversas partes del mundo, quien mejor que el doctor en derecho Edgardo Buscaglia, para hablar sobre la peor deficiencia del gobierno de Chihuahua, como es la inseguridad.

El analista y estudioso de la inseguridad en España y América no suele andarse por las ramas en la manera de tratar este asunto, y aunque con ello se gane la enemistad de los políticos del viejo esquema que si no ven reverencia de por medio no hay un buen recibimiento a sus críticas por más objetivas que éstas sean, él ha abordado recientemente el caso de nuestra entidad y ha confirmado lo que aquí de manera oficial se niega, pero que está a la vista de todos.

Para darnos una idea del tamaño del crítico y la calidad de sus comentarios sobre lo que sucede en nuestro país y sobretodo en nuestro estado, es necesario decir que Buscaglia es cofundador de la Asociación Interamericana e Ibérica de Derecho y Economía, y de la disciplina llamada “Análisis jurídico y económico del desarrollo”; fue asesor de seguridad de la ONU en el periodo de 2001 al 2003 en Austria, posteriormente fue jefe de asesores de la ONU en 2010 y 2011 en Afganistán, estuvo a cargo del programa de entrenamiento de los jueces y fiscales afganos especializados en delincuencia organizada y terrorismo, actualmente es académico de la Universidad de Columbia.

La profundidad de su visión sobre la inseguridad en el estado debe despertar una preocupación en los ciudadanos, que vaya más allá de las filias y fobias partidistas e ideológicas, porque es muy fácil enfrascarse en la diatriba siendo simpatizante de las siglas contrarias al partido del gobernador de Chihuahua, o en la defensa a ultranza por pertenecer al partido afín al del mandatario o por estar en la nómina del aparato gubernamental. Debe al menos generar una reflexión de lo que se está haciendo en la materia y por qué los resultados tan negativos.

Luego de presentado el “balance” del primer año de gobierno, Buscaglia opinó que el gobernador Javier Corral “no propuso ni adoptó ninguna limpieza patrimonial del sistema judicial al estilo Colombia o Italia, no adoptó ningún tipo de ley de redes de auditorías ciudadanas al estilo Brasil, Estados Unidos, Canadá o Italia, no propuso y menos aún actuó para establecer auditorías independientes del dinero electoral mafioso que hoy es la principal raíz de la violencia organizada extrema en México”. Y con mayor precisión señala: “Corral pertenece a esta fauna que mucho habla, mucho reparte y ningún resultado objetivo muestra”.

Hay en todo ello una crítica directa a las deficiencias del gobierno corralista en relación a la seguridad pública, donde descubre un gran cúmulo de verborrea política pero nula acción para abatir los índices delictivos que vuelven a colocar a Chihuahua en la cima de los estados más violentos, no sólo del país sino del mundo, con delitos de alto impacto que habían sido sino abatidos, sí disminuidos considerablemente en años anteriores. Hay modelos que existen en diversas partes del mundo en relación al sistema judicial que no implementó el mandatario, cuando sabía que el fenómeno de la inseguridad tenía síntomas como los tuvo años atrás Colombia o Brasil, o hace décadas en Italia y otros países del Viejo Continente o el gansterismo al estilo americano en Estados Unidos.

Hay en Chihuahua pasividad, mucho discurso, eso sí, mucha retórica, o como se dice en términos populares: mucho ruido y pocas nueces, pero escasos resultados, nula reacción efectiva para poder abatir el clima de violencia que ensombrece al estado, que paraliza la economía, que desasosiega al pueblo que siente el temor natural de estar en medio de la guerra del narco, en donde los malos ejercen la verdadera autoridad y quien debería ejecutarla, el Estado, adopta la medida francesa de dejar hacer, dejar pasar.

A la dura crítica de Buscaglia el gobernador chihuahuense prefirió darle la vuelta, los representantes de los medios de comunicación lo abordaron sobre asunto para que dijera algo al respecto, para que se defendiera, pero dijo que no tenía nada que decir, decidió huir a la crítica. ¡Bonita democracia la de Corral!, que no acepta contradicciones, y que sólo funciona en sus rotafolios y largas peroratas, pero no en la práctica, en donde se necesita.

Por supuesto, hay crítica dura, pero también se le indica el camino. Lo que está sucediendo en México y en particular en Chihuahua en torno a la inseguridad ya se vivió tal cual en otros países con sus debidas particularidades, pero ya se tiene la experiencia del fenómeno y fue superado, pero aquí no ha intención de adaptar dichos modelos sino que se trata de descubrir el hilo negro, y al parecer ni siquiera eso.

Por otra parte, ya que hablamos de Edgardo Buscaglia, me interesa abordar una pequeña parte de su visión política de nuestro país, y que viene plasmada en la siguiente frase: “México está sufriendo una regresión hacia un modelo político autoritario, con similitudes a lo que veíamos en la década de los 70´s. El PRI ha empezado a comprar pedazos de los partidos que antes eran más contestatarios. Gran parte de esos partidos han sido cooptados por el PRI a través de fondos discrecionales. Entonces, ha cooptado incluso a gran parte el PAN, a gran parte del PRD…”.

Esta advertencia nos habla del gran riesgo que conlleva seguir apostando a los mismos actores políticos, al mismo modelo que ha dado de sí hace muchos años pero que creíamos evolucionado, por una aparente alternancia, pero que a la vuelta de unos años nos hemos dado cuenta que no ha sido más que pan con lo mismo, un engaño del mismo sistema que nos hacía creer un relevo en el mando central, en Los Pinos, pero nada más falso.

En este caso ya no se trata de una corazonada de un servidor, o de un convencido de la necesidad de un cambio, sino de un experto que ve el gran riesgo que se cierne en México si continúa por la misma vereda, y que el mejor antídoto es el cambio para evitar el peligro es cierto, pero también porque hay una opción que puede rescatarnos del atraso, del marasmo adoptado por tanta corrupción, y porque nuestro país merece una oportunidad de ser mejor, de ser competitivo y de liberarse de una mafia que aun controlan unos cuantos.

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