Opinión

La columna

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La columna

Por: Carlos Jaramillo Vela

 

Ahora -ya con la candidatura en la mano-, uno de los candidatos del PAN, Miguel La Torre, saca la casta y se va duro contra el gobierno de Javier Corral, señalando enérgicamente la necesidad de que haya cambios en la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado. Sí, este actor cuyo grupo político es el comandado por la alcaldesa Eugenia Campos, ha denunciado en los medios los desatinos cometidos por funcionarios de la SECyD, cuya irresponsabilidad los llevó a emitir pagos con cheques sin fondos en perjuicio de algunos de los maestros que protagonizan las protestas de inconformidad frente al desdén y la demora mostrados por la actual administración respecto a los sueldos devengados por cientos de docentes, así como en relación a otras prestaciones laborales que a éstos les conciernen.

El pago con cheques sin respaldo revela total falta de sentido común y ausencia de respeto hacia el magisterio. A ninguna persona sensata se le ocurriría girar cheques “botadores” en medio de un conflicto magisterial como el encabezado por la Sección 42 frente a la presente administración pública estatal. La falta de oficio político y de apertura al diálogo han sido dos de las debilidades que desde el inicio del gobierno en turno constituyen sus puntos vulnerables. Maestros, productores agropecuarios, choferes de transporte urbano y personal de servicios de salud, entre otros grupos, han tenido que manifestarse públicamente como resultado de la inoperancia administrativa y la falta de tacto político de los que hoy adolecen quienes ocupan los más altos cargos en el Poder Ejecutivo del Estado Chihuahua.

Por tales razones, Latorre se ha desatado contra el gobierno de su mismo partido, quizá ya sin nada qué perder y sin el temor de mostrar su ausencia de compromiso político hacia el inquilino de palacio -por no ser este un santo de su mayor devoción-, y tal vez dolido aún por la defenestración que meses atrás ordenara en su contra el mandatario cuando ante los constantes jaloneos legislativos protagonizados por diputados “marucampistas” y “corralistas" optó por removerlo de la Coordinación de la bancada panista en el Congreso.

Dice el refrán popular que “A puñaladas iguales llorar es cobardía”. El titular del Poder Ejecutivo de Chihuahua ha salido a los medios de comunicación a quejarse de la “presión política” ejercida por la sección 42 del SNTE para reclamar del gobierno sensibilidad y voluntad en el pago -extemporáneo, por cierto- de las prestaciones que desde hace un año o más se le adeudan a cientos de maestras y maestros. Corral ha calificado con la frase de “excesiva presión política” a la manifestación pública y masiva que el gremio magisterial local mantiene plantada desde hace más de una semana en el corazón histórico y político de la capital, mediante el cierre de calles y oficinas, así como el cese de actividades en cientos de escuelas a lo largo y ancho del Estado, con la consecuente repercusión social, académica y económica para 170 mil alumnos y miles de familias.

Dicen los dichos que “Pa´ los toros del Jaral los caballos de allá mesmo”, “Para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo” y “Según el sapo es la pedrada”. Es cierto, a Corral, acostumbrado a salirse siempre con la suya, los mentores de la Sección 42 lo han hecho “Encontrarse con la horma de su zapato”. Resulta que al titular del Ejecutivo local se le hacen “presión política excesiva” -o rudeza innecesaria- las manifestaciones de un gremio sindical poderoso, politizado y organizado como el de las y los docentes, que decidió salir

a tomar calles y oficinas públicas para poner alto al desdén gubernamental mostrado frente a sus legítimos reclamos, mientras la caravana -político-electoral- que el controversial mandatario protagonizó a través del país con cargo al erario chihuahuense y con la presencia de algún que otro extranjero, no era -para él- presión política, sino solo una manera en la que el polémico gobernante chihuahuense decidió pedir a la Federación la entrega de recursos financieros adicionales para Chihuahua. Mediante la actitud asumida por Corral al calificar de excesivas las estrategias de presión desplegadas por las y los maestros en defensa de los derechos de su gremio, el senador con licencia lo que ha hecho es ratificar que “Las cosas son según el color del cristal con que se miran”.

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