Hoy inicia el mundial con juego de Rusia vs Arabia Saudita

Lejos de las temporadas regulares, de las competiciones nacionales y de las continentales. Con la resaca del dominio blanco en Europa ya digerida y tras cuatro años de larga espera en el fútbol de selecciones, sin desmerecer la Eurocopa que ganó Portugal. El deporte más popular del planeta vuelve hoy a adquirir la plenitud de su significado en la batalla futbolística más importante del mundo. Con Brasil en la memoria, llega a Rusia el Mundial 2018 con todas las espadas en alto. La emoción es palpable, aunque el espectáculo deportivo tenga que sobrellevar una pequeña losa: el Rusia-Arabia Saudí, encuentro con pocos visos de pasar a la historia los partidos inaugurales.

El encuentro que abre la puerta a un mes de fútbol en estado puro, 64 encuentros que se disputarán a todas horas y que decidirán qué selección reinará por encima de las demás, será el partido inaugural menos atractivo de la historia, en lo que a deporte se refiere. Salvo que haya un milagro en este Mundial y acabe desembocando en una sorpresa mayúscula, ni Rusia ni Arabia Saudí están en las quinielas para llegar a los cuartos de final.

Para Rusia, lejos quedaron los días en los que su estrella Andrei Arshavin lograba ponerse todo el país en sus hombros y mandaba callar estadios. La última estrella del fútbol ruso no ha vuelto a la selección desde 2015, pese a que en las filas del FC Kairat Almaty de Kazajstán ha vuelto a demostrar pequeños destellos del fútbol que le llevó a lo más alto. Ahora, Rusia está en el puesto 70 del ranking FIFA y poco puede soñar pese a ser la anfitriona.

Sus mejores actuaciones se remontan a cuando competía como la Unión Soviética. En 1966 logró un cuarto puesto, tras perder ante Portugal el partido de consolación. Desde 1986, el combinado no alcanza los octavos de final y, en esta edición, deberá superar las a priori superiores Uruguay y Egipto para romper su mala imagen.

El rival de la anfitriona se sitúa, con Mohammad Al-Sahlawi como estrella, en el puesto 67 del ranking FIFA de selecciones. Tras doce años ausentes de la Copa del Mundo y con solo cuatro participaciones, el objetivo de la Arabia Saudí del argentino Juan Antonio Pizzi es repetir el logro alcanzado en el Mundial 1994 de EE.UU. En esa ocasión, el combinado logró colarse en los octavos de final como primera de grupo junto a Países Bajos. Su aventura quedó ahí, ya que cayó ante Suecia por 1-3.

on estos contendientes, la batalla no augura el mejor espectáculo. Sólo en el Mundial 2010 de Sudáfrica, el partido de inauguración tuvo un nivel futbolístico parecido, aunque en aquella ocasión ambas selecciones tenían más entidad que las del Mundial 2018. Hace 8 años, los combinados encargados de dar el pistoletazo de salida fueron la anfitriona Sudáfrica contra México. El partido acabó 1-1, Sudáfrica no alcanzó los octavos y México se despidió ante Argentina a las puertas de los cuartos de final.

Lejos quedan partidos inaugurales que sí pasarán a la historia, como el del Mundial 1990 de Italia. El encuentro lo disputaron Argentina y Camerún y el combinado africano venció por la mínima (0-1) con un gran Roger Milla. Camerún llegó a cuartos de final por primera y única vez en su historia. Argentina, por su parte, perdió la final ante la República Federal de Alemania.

Pese a que el fútbol no sea el protagonista de la jornada inaugural y a que estas selecciones no destaquen por su rivalidad histórica, como mínimo en el terreno de juego, el partido sí está considerado como uno de los choques de alto voltaje de esta edición. El choque tiene más tintes geopolíticos que deportivos, ya que Rusia y Arabia Saudí son dos de las potencias mundiales enfrentadas indirectamente en la guerra de Siria.

Por un lado, Rusia ha dado todo tipo de apoyo al régimen de Damasco, mientras que, por otro, Arabia Saudí que ha intentado derrocar a Bashar al Asad a través de los rebeldes.