*El ocaso de La Fuhrer *Pablo Héctor, decisión salomónica *Embarrado el rector de la uacj *Sobrino de El Muelón, juez beneficiado

UNA de las pruebas del cochinero judicial de La Fuhrer para designar, que no elegir, 56 jueces, fue el absurdo de batear 50 jueces provisionales. Por lógica, estos aspirantes, que tenían 3 años y 7 meses de experiencia, estaban en una situación de superioridad frente a sus competidores. Sin embargo, perdieron frente a novatos. Solo cuatro jueces provisionales fueron seleccionados por el aparato facista de Lucha Castro en la etapa final. Como no pudo hacerlo en el examen de conocimientos, utilizó la estrategia de señalar que esos jueces estaban agotados -cosa por demás inverosímil- y que no tenían capacidad de ser juzgadores, para sacarlos del concurso. Se les etiquetó como burned out (quemados, agotados) por tres años de experiencia, cuando los magistrados tienen 25 y 30 y hasta 40 años de ejercer su cargo, felices de la vida, con una gorda cartera en sus manos. Se quedaron los que pertenecían al nuevo oscurecer, como defensores públicos, facilitadores y personal administrativo. El único aspirante que tuvo el valor de interponer un amparo, fue contactado por gente del tribunal superior de justicia y convertido en juez para ganar su silencio. Otro caso que llama la atención es el de Eric Israel Chávez Robles, sobrino del secretario general de gobierno, El Muelón César Jáuregui Robles. Así, por el estilo, cada juez designado tiene su motivo para haber engrosado la lista de la divina casta que agradecerá eternamente a La Fuhrer haber sido convertido en juez. En un trabajo aparte, La Opción de Chihuahua hará el análisis uno por uno como amerita.

PABLO Héctor González Villalobos logró arrancarle al consejo de la judicatura un acuerdo importante sobre el tema del cochinero judicial. Sacarán a la luz pública el acta notarial y la memoria usb de los resultados del examen para elegir siete magistrados. Los que saben, aseguran que estos son los dos documentos que originaron toda la litis mediática entre Joaquín Sotelo y La Fuhrer. Es una decisión inteligente del magistrado presidente del tribunal superior de justicia, pues se sacude de un solo golpe ambas partes. Como Salomón, el magistrado entregará todos los documentos en poder del tribunal y del consejo y los hará llegar a la fiscalía anticorrupción. Que sea Gema, a la que por cierto nadie conoce en fiscalía, a pesar que ahí dice tener su oficina la que resuelva, como debe ser. La sombra de Lucha Castro y la de Joaquín Sotelo deben enfrentarse en la fiscalía, así que Pablo Héctor dejará que se actúe en estricta justicia y esperará, sea lo que sea, el resultado de la investigación. El problema es que Gema obedece las indicaciones de palacio y por ese rumbo tramitará el proceso, seguramente, pues no hay que olvidar que su designación fue dirigida por el notario Eduardo Romero Ramos a petición de parte interesada. Pero, bueno, eso será cosa de ella, porque eso ya es otra historia, pero mientras tanto Pablo Héctor le dará una boleada al prestigio del tribunal y el suyo propio con esa decisión.

LOS aspirantes a suceder a Kámel Athié deberían comprar una silla de plástico en soriana y sentarse a esperar el cambio. Es que, según parece, no hay prisa en la dirección general, allá en cdmx, por hacer cambios en la delegación estatal de conagua. Caballero y Porras, que se alebrestaron de repente, o los aceleraron para destaparse, se desinflaron bien pronto. Es que, dicen los que saben, tal vez esperen a que se resuelva el lío de los 300 pozos cuyo asunto está en manos de juzgadores federales. Hay un amparo en proceso en un órgano de justicia que está a punto de ser resuelto. Es el caso de Joel Lebarón, que tiene en su rancho La Mojina alrededor de once pozos, de los cuales su funcionamiento se atribuye a papeles falsos entregados por un miembro de la familia durante su desempeño al frente de la delegación estatal de la conagua. Está tan entrampado ese asunto y en general el caso de los pozos ilegales, que al parecer optarán por esperar unos dos o tres meses para efectuar el cambio. El activista Julián Lebarón, de talla nacional, se metio también al pleito y obvio que defiende los intereses de la familia.

QUÉ raro que Lucha Castro, La Fuhrer, se diga primero representante de los periodistas y luego se niegue a ser entrevistada. Es la clásica hipocresía y doble moral a que se refiere amlo, cuando habla de los fascistas de derecha que se visten de izquierdistas. La barzonista entró a la reunión con Alejandro Encinas, subsecretario de gobernación, efectuada hace unas semanas en palacio, con la falsa investidura de representante y dizque defensora de los medios y ahora que le piden entrevistas, sale con la trastada que no concederá ni una. En el ámbito privado, la consejera de la judicatura y presidenta de la comisión de carrera judicial, critica denodadamente el festín -así le llama- que se han dado los medios con el tema del cochinero judicial. Es decir, intenta hacerse la víctima, pero no ha respondido un solo punto contenido en la demanda de su compañero de judicatura, el abogado Joaquín Sotelo.  Es decir, no ha dicho en dónde está a memoria usb con los resultados de los exámenes para las siete salas. Y tampoco ha mostrado la correspondiente acta notarial, así que a la consejera, según parece, se le reventó el barzón pero la yunta no sigue andando.

MUY calladito se ha visto el rector de la universidad autónoma de ciudad Juárez, Juan Camargo Nassar. Sin embargo, pese a su silencio, se sabe, está embarrado en el tema del cochinero judicial de su amiga Lucha Castro. La uacj se prestó a opacar el resultado de los exámenes y hacer un batidero en la selección de magistrados y jueces. Quién en su sano juicio creerá al rector de la universidad fronteriza que esa institución no puede guardar un diminuto archivo con lo resultados de exámenes. Es ridícula la respuesta de la universidad y es obvio que el rector accedió a la triquiñuela de La Fuhrer. Ahora faltaría ver, como en el caso de algunos magistrados, cuántos espacios le tocaron al rector de la uacj. Es realmente vergonzoso que una universidad de esa naturaleza se haya prestado a opacar ese asunto. Cierto es que Camargo le debe a Corral la rectoría y también debe agradecer la intercesión de algunos grupos de izquierda a su favor, pero de eso a ser partícipe de un tema tan oscuro, hay mucha distancia. Tantos años de espera para subir al escenario y tropezarse apenas llega, pues como que no.  Y ni modo que intente culpar al director de tecnologías.