Opinión

Políticas públicas para los adultos mayores en México

  • Por José Oswaldo
Políticas públicas para los adultos mayores en México

Por Kamel Athie

Segunda parte

La población de adultos mayores en México ha venido creciendo paulatinamente, en tanto que las políticas públicas para su atención han quedado rezagadas, de tal forma que un buen porcentaje de este grupo de población enfrenta serios problemas de subsistencia, ya que en el 2013 de los 10.1 millones clasificados como tales, únicamente el 25% tenían una pensión institucional, en tanto que el resto se atienden de manera asistencialista o no reciben ningún apoyo.

Cuando no hay planeación, no hay jerarquización de prioridades, los gobiernos actúan por impulsos para atender las necesidades ingentes de la población, lo cual en un ambiente de restricciones presupuestales y grandes rezagos sociales, como ha sido el caso de la historia económica y social de México, los adultos mayores pasaron desapercibidos. Más aun cuando en décadas pasadas este estrato de población no significaba problema alguno.

Frente a la naturaleza de esta problemática, el gobierno en general no ha sido capaz de diseñar políticas públicas integrales, suficientes y totalizadoras, ya que a cambio de ello se han puesto en marcha programas asistencialistas de corte político electoral, que no resuelven de fondo la subsistencia de las personas de la tercera edad.

Es evidente que resulta obligado para el Estado Mexicano formular políticas públicas avanzadas que tengan como propósito resolver de fondo y de manera sistemática la situación actual y futura de los adultos mayores, porque las que están en operación son parciales en cuanto al universo a atender y tienen más bien un carácter asistencialista.

En este orden de ideas, se propone crear un Fondo Nacional para la Asistencia de los Adultos Mayores, en el cual por ley deban participar la Federación, Los Estados y los municipios, en proporciones que en principio pueden ser en porcientos del 70-20-10 para cada esfera de gobierno. Desde luego que es recomendable calcular los niveles de participación de Estados y municipios en función de los universos de sus personas de edad avanzada y las condiciones financieras de cada caso.

En el contexto anterior es recomendable asegurar por ley una partida presupuestal anual, calculada en base al universo de adultos mayores que no cuentan con una pensión, así como de aquellos que la tienen pero es insuficiente para vivir dignamente.

Reestructurar en Inapam y dotarlo de mayores atribuciones para manejar el presupuesto a que se hizo mención en el párrafo anterior, dándole un alcance nacional, considerando las particularidades rurales que es donde habitan personas de edad avanzada en pleno abandono, por los roles tomados por el modelo económico de libre mercado.

Unificar y consolidar todos los programas existentes para apoyar a los adultos mayores en el Inapam o la institución que surja en su lugar, para evitar duplicidad de padrones, corrupción y proselitismo político. De esta manera se tendrán impactos más contundentes.

A nivel general, se recomienda unificar los sistemas de pensiones y jubilaciones del gobierno, pues hay infinidad de mexicanos que tienen sus antigüedades repartidas y no alcanzan a pensionarse o jubilarse decorosamente de ninguna de ellas.

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