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Cuenta con 37 años de servicio primer Trabajadora Social de Hospital en Parral

Chihuahua.- La profesión de Trabajo Social promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas, el fortalecimiento y la liberación de la sociedad para incrementar...
  • Por Reportera AP3
Cuenta con 37 años de servicio primer Trabajadora Social de Hospital en Parral

Chihuahua.- La profesión de Trabajo Social promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas, el fortalecimiento y la liberación de la sociedad para incrementar el bienestar.

Este 21 de agosto se conmemora el Día del Trabajador Social, es por ello que Eduarda Pizaña Vásquez, originaria de Hidalgo del Parral, con 37 años de antigüedad ejerciendo su labor como trabajadora social, decidió compartir su experiencia en esta profesión con La Opción de Chihuahua.

“Yo realmente no iba a ser trabajadora social, yo quería ser enfermera, pero no me fue posible estudiar esa carrera. En ese tiempo me fui a Juárez con una hermana y de regreso veníamos llegando a Chihuahua e íbamos para Parral y escuche de pronto que comentaban acerca de la Escuela de Trabajo Social, y yo pregunte de qué se trataba. Mi hermana me dijo que era una carrera muy bonita para ayudar a la gente que no tiene recursos. Por lo que le pedí que nos quedáramos que esa carrera me gustaba y nos quedamos”, recuerda Eduarda.

Además señaló que faltaban dos días para hacer el examen y en toda la mañana tuvo que realizarlo. “En ese entonces la directora de la escuela de trabajo social era Guadalupe S. de Araiza, ella fue la que me dijo que si pase el examen”.

Eduarda Pizaña Vásquez ingresó a la Secretaría de Salud en Hidalgo del Parral el 1 de agosto de 1977. “Acudí en aquel entonces con el Doctor Trines, Secretario de Salud de los Servicios Coordinados y me dijo que pues había tres lugares para las plazas de trabajo social, me dieron a elegir entre Chihuahua, ciudad Juárez y pues yo le dije que Parral”.

Comentó que esta elección se debió a que en el Centro de Salud de Chihuahua había seis trabajadoras sociales y en Parral que era un Hospital no había ninguna, es por ello que eligió a su tierra.

“Cuando yo llegué a Parral, me preguntaba si cada paciente era un caso, como se aliviaban esa pobre gente sino había medicamento, prácticamente estaban trabajando con las uñas, habría muy buenas enfermeras, médicos, pero el paciente necesitaba medicamento, y yo precisamente tuve que abrir campo, con ese entusiasmo que llega uno de joven”, añadió Pizaña Vásquez.

Conversó que en ese entonces ya estaba casada y tenía dos hijos, pero llegó con el entusiasmo para luchar por esa gente que requiera el apoyo, “porque si no hay salud no hay nada. Lo principal es que haya salud para que la gente salga adelante”, indicó la trabajadora social.

Pizaña Vásquez apuntó que ella comenzó a abrir campos desde el Issste, Hospital de Jesús, el sanatorio moderno, la clínica nueve, del Seguro Social, “me siento orgullosa de haber podido poner mi granito de arena porque si abrí campos, inclusive yo nunca imagine que un asilo tenía más medicamentos  que en el Hospital, este asilo era propiedad de una monja Alemana y ella nos donó al hospital cosas médicas que le mandaban de Alemania”.

Además agregó que pidío su permuta aquí a la capital porque su hermana, también trabajadora social, se quiso cambiar a Parral. “Yo me vine al centro de Salud San Felipe, hice cambio con mi hermana, y cuando llego acá veo un grupo heterogéneo, me encontré con celos profesionales por parte de mis compañeros pero yo quise salir adelante”, apuntó Eduarda.

“Para mi es una carrera muy humana, que se debe de sentir el problema de la gente que nos está pidiendo el apoyo. Debemos ponernos en los zapatos de ellos para poder solucionar sus conflictos, porque la realidad es otra, vemos que cada hay más pobreza en el país y si necesitamos sacar adelante a esa gente”, dijo.

Por ultimó, mencionó que “hay que tener mucho don de servicio porque si no, no la vamos a hacer en ningún lado, hay que dejar huella, la mayor satisfacción que yo he adquirido son las palabras tan bonitas de tantas y tantas personas de los pacientes hacia mi persona. Me siento muy contenta con mi profesión y mientras yo pueda tener productividad y poder ayudar a mi gente voy a seguir adelante, y Lala Pizaña da para más”.

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