Opinión

Chihuahua: entre el silencio y la frivolidad

  • Por José Oswaldo
Chihuahua: entre el silencio y la frivolidad

Por Oscar Díaz Saucedo

Estuve lejos un tiempo y desde fuera seguí pendiente de lo que acontecía en Chihuahua. Hubo varias cosas que me llamaron la atención y trataré de abordarlas. El PAN fue muy cuestionado por las actos de algunos de sus liderazgos y no hubo acciones contundentes para acallar los rumores que dañan a las siglas de nuestro partido. El Gobernador Duarte falló en el evento de “relanzamiento” de su gobierno y no hubo quien dijera nada, al contrario, hasta aplausos tuvo y, por su parte, el municipio dio la nota con la construcción de los puentes del canal y sus accidentes, y todo esto pasó desapercibido para casi todos.

Primero quiero comentar que en este tiempo me di cuenta de que habemos pocos editorialistas de oposición o identificados con algún partido de oposición. De ahí la importancia de que aquellos que hemos conseguido un espacio en algún medio, sea impreso o electrónico, lo utilicemos para denunciar aquello que sabemos está mal. La denuncia a la que me refiero debe ser objetiva, más desde la óptica ciudadana que de la partidista, pues antes que militantes o simpatizantes de un partido, somos ciudadanos. Es una pena toparse con editoriales de personas identificadas con algún partido de oposición hablando de sus vacaciones, cumpleaños, visitas y gustos. Es lamentable. Rehúyen a su responsabilidad aquellos que lo hacen, pues a pesar de los espacios que tienen para criticar el mal actuar del gobierno, prefieren, escudándose en su derecho y su libertad para decir lo que les plazca, hablar de su perro, su vecino o cualquier otra vaguedad. Lamento, de verdad, que desperdicien así la oportunidad que tienen de alzar la voz ante los yerros de las administraciones que actualmente padecemos en Chihuahua.

Ahora bien, decía que el mal actuar, sea doloso o no, infundado o verdadero, de algunos panistas ha dañado el nombre de nuestro Instituto sin que nadie salga a acallar los rumores que perjudican al partido. La cuestión del Ingeniero Mario Mata debe ser aclarada de una buena vez para evitar que se siga tratando de involucrar al propio Ingeniero y al Partido en hechos a todas luces son contrarios a lo que un gobierno emanado de Acción Nacional debe ser. Una aclaración firme y contundente es urgente por el bien de los involucrados y desde luego por el propio PAN. Esperamos que exista en lo inmediato una postura de la dirigencia y del propio Ingeniero que acallé las acusaciones y deje claro que en su actuar no hay y no hubo responsabilidad alguna.

En cuanto al relanzamiento del Gobierno de Chihuahua, el acto en sí, forzosamente implica la aceptación de los errores del mismo. El Gobernador Duarte reconoce, de manera tácita, que su gobierno falló, he ahí el porqué de corregir el rumbo, de cambiar y comenzar otra vez para tratar de cerrar más o menos bien o, en este caso, no tan mal. Sin embargo, nadie dijo nada. Nadie cuestionó porqué hasta ahora, ¿porqué hasta el cierre de su gobierno y no desde que comenzaron los problemas del mismo?; ¿Porqué tuvimos que esperar cuatro años para reconocer que en Chihuahua hay problemas serios?; ¿porqué tuvimos que padecer cuatro años (y los que faltan) del discurso del aquí no pasa nada y aquí todo está bien?. Nadie le dijo nada al Gobernador.

¡El colmo! Cuando habló de que su oficina a partir de ahora sería la más transparente, la Diputada Campos del PAN hasta le aplaudió: “se sacó un diez el Gobernador” dijo. Se le olvida a la Diputada que si por declaraciones fuera, efectivamente Chihuahua no tendría problema alguno y la realidad es que tenemos muchos, precisamente porque el Gobierno está cegado a la realidad y los que tienen la obligación de decir y señalar aquello que está mal, se callan. Mención aparte merece la postura del Coordinador del GPPAN la cual ha sido catalogada de “obsequiosa” y hasta “comedida” para con el Gobernador. No hay más que decir, no tenemos oposición.

Para finalizar en este tema quiero comentar que la dirigencia sigue confundiendo el ser oposición con el petardo y eso a ningún lado nos va a llevar. Esa declaración del dirigente estatal en relación a su decepción porque en el evento del Gobernador ni tacos hubo, no hace más que mostrar y demostrar el folclor del dirigente, sin dejar nada de provecho para el Partido y por ende para la sociedad. En la medida que en el PAN sigamos pensando que con decir una que otra frase chusca o insolente para referirnos al gobierno, en la medida en que sigamos protestando con chalecos salvavidas y haciendo ruedas de prensa que lo único que buscan es encumbrar un posible candidato antes que efectivamente señalar lo que está mal, en la medida que cambiemos la propuesta y la respuesta por la comedia y la pirotecnia (que ahora se ha vuelto nuestra constante), en esa medida el PAN seguirá alejándose y perdiendo la aceptación de la sociedad. Urge renovar nuestra manera de hacer política.

En otro orden de ideas, y para finalizar, tenemos el tema de los puentes del canal. El ingeniero Garfio nuevamente quedó en evidencia: al constructor eficiente se le ocurrió construir en el lecho de un rio en tiempo de lluvias con la esperanza de que nada le saliera mal. Falló. Con la primera lluvia importante la crecida del rio se llevó el material y herramienta que descansaba sobre el mismo, afortunadamente hasta donde sé, no hubo heridos, solo las pérdidas económicas que implica el retraso de esta obra y desde luego, la perdida de materiales y herramientas. El canal es un rio que cada año, por ahí de julio y agosto, crece pero el ingeniero y su equipo no lo previeron y esta negligencia, por segunda ocasión puso en riesgo la vida de obreros y automovilistas, cuando parte de las paredes del canal se derrumbaron a la altura de la calle Ernesto Talavera, y para justificar estos hechos nos dijeron que fue por culpa del reblandecimiento del suelo, como si no fuera su responsabilidad revisar la consistencia del mismo y, en su caso, impedir la circulación para evitar cualquier accidente; y la más reciente: la caída de una trabe de más de cincuenta y cinco toneladas. En esta ocasión sí hubo heridos y de gravedad. El ingeniero fue por la mañana a ver qué había pasado y atino a decir que fue falta de pericia de los que manejan las grúas, nada más.

La construcción de estos puentes ha venido cobijada por un profundo silencio cómplice o indiferente. Nunca vi una postura de ningún actor político que cuestionara los tiempos y formas de construcción de esta obra. El ingeniero se defiende argumentando falta de pericia de las grúas cómo si no fuera su responsabilidad elegir a los mejores para la construcción de estos puentes. Cómo si no fuera su responsabilidad haber autorizado comenzar esta obra, sobre un rio, prácticamente al iniciar el tiempo de lluvias. Reconocer que hubo falta de pericia en el manejo de la maquinaria implica reconocer que hubo negligencia y falta de cuidado (por decir lo menos) al momento de elegir a la empresa y personal que iba a construir. Solo aquellos que ofrecieron las mejores garantías de seguridad y eficiencia en la construcción y entrega debieron haber concursado para obtener la obra y ganar; pero cuándo se autoriza que se construya en el lecho de un rio y que se dejen los montones de materiales y herramientas en el mismo, a sabiendas de que vienen los meses de lluvia, ya nos podemos imaginar que algo anda mal.

El ingeniero se mantiene en su constante de fracaso y frivolidad y en ese intento de acercarse a la ciudadanía y subir sus bonos para seguir aspirando a la gubernatura, a costa de lo que sea, incluso su dignidad. Ese mismo día salió a cumplir un reto y se echó encima, en pleno Ortiz Mena, un balde de agua helada en la cabeza. Hace falta seriedad a la hora de hacer política en Chihuahua pero como no hay quien diga nada, en ese mar de silencio cómplice o indiferente, surgen personajes que no tienen la capacidad suficiente para gobernar.

https://www.facebook.com/oscardiazsaucedo