Opinión

El presidente de la reforma

  • Por José Oswaldo
El presidente de la reforma

Almajuarense

Por Francisco Rodríguez Pérez

Desde la Presidencia de la República se han quedado cortos al destacar la importancia histórica no de “las reformas estructurales”, sino de La Reforma del siglo XXI. Como Benito Pablo Juárez García con La Reforma Liberal, Enrique Peña Nieto pasará a la Historia como el orquestador de La Reforma Neoliberal, en la misma línea aperturista, modernista y progresista del siglo XIX.

Sin embargo, el propio Presidente ha tomado la pluma para defender sus ideas, palabras y acciones en la construcción del Nuevo México.

Como en los “Apuntes para mis hijos”, de Juárez, Peña Nieto dejará para la posteridad sus reflexiones hechas a medios internacionales, como The Financial Times y El País.

La semana pasada, el Presidente de La Reforma del siglo XXI escribió un artículo de opinión para el diario más influyente a nivel mundial. Luego, el domingo 24 de agosto, envió su colaboración al periódico El País, de España.

En ambas entregas habla del Pacto por México y el periodo reformador que vive la nación mexicana bajo su égida y su liderazgo, así como de las grandes expectativas de La Nueva Reforma.

En The Financial Times, el presidente Peña Nieto afirmó que tras completarse la aprobación de su programa de reformas, durante los próximos meses su gobierno se enfocará en aplicar las políticas para llevar estas enmiendas a la acción, de manera que se establezcan  las condiciones para generar confianza en la estabilidad del país.

“Nuestro objetivo es hacer que México sea más abierto, productivo y competitivo, con unas finanzas públicas saneadas y recursos humanos calificados; para que podamos jugar un papel más activo en la economía global y proporcionar a nuestra gente con una mejor calidad de vida. Juntos estamos construyendo un nuevo México”, sostuvo en su columna.

El Mandatario destacó que la aprobación de las once reformas estructurales en el Congreso fue posible gracias a la colaboración de los partidos políticos, a través del Pacto por México, que significó un acuerdo sin precedentes para las soluciones concisas a cuestiones nacionales clave.

Seis de las once enmiendas a la Constitución se entrelazan en un sólo objetivo: aumentar la productividad y competitividad de México, escribió el Presidente.

La Nueva Reforma, permitirá que el sector energético vuelva a ser un motor para el crecimiento económico”.

La Nueva Reforma garantiza una mayor variedad de productos y servicios a mejores precios y fomenta la competencia en el sector de las telecomunicaciones.

La Nueva Reforma cambia de un sistema tributario regresivo a uno progresivo, para reducir la brecha de ingresos.

La Reforma del siglo XXI, en palabras del Presidente Peña Nieto mejora la calidad de vida de los mexicanos, con la creación de más empleos, el aumento del poder adquisitivo de la gente, el fortalecimiento del mercado interno y el crecimiento económico.

La Reforma del siglo XXI mejora la calidad de la educación, al implementar un nuevo servicio para la profesión docente, actualizar los planes de estudio y modernizar la infraestructura escolar.

La Nueva Reforma establece instituciones y procedimientos penales, así como leyes de protección jurídica para mejorar el sistema judicial.

La Nueva Reforma con las enmiendas en el ámbito de la transparencia, promueve un gobierno abierto.

La Nueva Reforma consolida un régimen democrático, promueve la participación ciudadana en los procesos políticos, y proporciona un marco legal que permita aprovechar el potencial económico en un entorno democrático.

En su colaboración a El País, el Presidente Peña escribió que tras 20 meses de proceso de reformas legislativas, México pasa “a las reformas en acción”, en un camino que “no será fácil ni los resultados llegarán de inmediato”.

En esta nueva etapa su gobierno trabajará para que la Reforma del siglo XXI se convierta en beneficios concretos.

En el ciclo reformador mexicano, expuso el Presidente Peña, los Pactos de la Moncloa fueron un referente histórico para llevar a cabo este proyecto de transformación.

“Así como estos acuerdos constituyeron un parteaguas para la naciente democracia española, el Pacto por México, un gran acuerdo nacional suscrito por el Gobierno de la República y los tres partidos políticos más importantes, fue la plataforma sobre la cual se generó una agenda de cambios profundos que han sentado las bases jurídicas e institucionales para la construcción de un nuevo México”, escribió.

“El diagnóstico era claro: si bien a lo largo de las últimas tres décadas transitamos con éxito hacia una democracia y una economía abierta al mundo, la realidad mexicana seguía marcada por un crecimiento insuficiente, baja productividad y altos niveles de pobreza y desigualdad”.

Con la Nueva Reforma, los derechos establecidos en la Constitución serán ejercidos plenamente por todos los ciudadanos, como el derecho a una educación de calidad y a la justicia eficaz, pronta y expedita.

“El cambio tenía que ser radical”, apuntó Peña Nieto.

En veinte meses, México concretó un logro histórico: la Nueva Reforma implicó 58 modificaciones a la Constitución, 81 cambios a diversas leyes secundarias, la creación de 21 ordenamientos jurídicos y la abrogación de 15. De igual manera, se constituyeron 3 nuevas instituciones y se fortalecieron 13 ya existentes.

La Nueva Reforma, insiste el Presidente, tienen tres grandes objetivos: elevar la productividad de México para impulsar el crecimiento y el desarrollo económico; fortalecer y ampliar los derechos de los mexicanos; y afianzar nuestro régimen democrático y de libertades.

En su artículo, el Presidente de la República, puntualiza cada una de las partes de la Nueva Reforma, así como las expectativas de cada una de ellas, en el plano de un conjunto exitoso y extraordinario. Por ello, insistimos, no se trata de reformas, sino de La Reforma, de las nuevas “Leyes de Reforma”. Como Benito Juárez, en su tiempo, Peña Nieto anuncia el paso de La Nueva Reforma en la ley a La Nueva Reforma en acción, hasta convertirla en beneficios concretos.

“El camino no será fácil, ni los resultados llegarán de inmediato. Sin embargo, hoy ya contamos con las bases para transformarnos en un país donde se garantice el ejercicio efectivo de todos los derechos y se asegure que la democracia brinde resultados; una nación fuerte con una economía abierta, finanzas públicas sanas, reglas de competencia claras y capital humano de vanguardia. Un nuevo México más productivo, competitivo y próspero”, escribe el Presidente. ¡Que así sea! ¡Hasta siempre!