Opinión

Martin y Saltillo….. ¿Por quién doblan las campanas?

  • Por José Oswaldo
Martin y Saltillo….. ¿Por quién doblan las campanas?

Por Juan Blanco

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda la porción queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad.

Con profunda pena nos enteramos del terrible asesinato de dos jóvenes empresarios, ambos, Licenciados en Administración de Empresas, en los albores de su juventud, en el despertar de sus vidas, con todo el futuro por delante, jóvenes resueltos a dar la lucha contra las adversidades, que con su esfuerzo y el de sus familias, habían salido adelante en sus estudios y comenzaban una vida económicamente productiva.

Que terrible realidad nos aqueja, sucumbimos ante la violencia que se ha apoderado de nuestro diario devenir, víctimas del miedo que nos paraliza y de la incertidumbre que desasosiega nuestras almas, remitiéndonos a los sótanos de nuestra existencia, ofensa que deja familias enteras cercenadas…… mutilando toda una vida por delante, víctimas de las labores propias de su profesión, riesgo improcedente que nunca se enseña en las escuelas públicas, de las cuales eran orgullosos egresados.

Martin Colmenero Ledezma de 31 años y Francisco Javier Aguilar Siller, “Saltillo”, por su ciudad de origen, de 26 años, con amplia trayectoria en el PAN dentro de sus filas juveniles, dejan en Chihuahua una huella indeleble por sus aportaciones tanto con su familia, como con sus amigos y compañeros de trabajo y por supuesto, dentro de las acciones político-partidistas, que los caracterizaron en su corta, pero productiva carrera política, sus vidas les fueron arrebatadas cuando su árbol apenas y mostraba flores, hechos que esperamos se esclarezcan a la brevedad, en un acto mínimo de justicia, que aunque en nada ayudara a devolver la vida de los infortunados jóvenes, clamará el desasosiego a los angustiados familiares.

Independientemente de su calidad partidista, queda claro que el Estado, ha perdido rumbo, ha dejado de ser la casa de los Valientes, Nobles y Leales….. se ha convertido en una especia de jungla, donde nadie sabe que va a pasar mañana, al dejar tu casa entramos un espiral de incertidumbre, cada vez más rápido…… cada vez más fuerte, terrible reflexión de una sociedad desfigurada por la falta de orden y respeto a las reglas mínimas de convivencia y por una autoridad que ha sido rebasada, envuelta en una corrupción oprobiosa, que termia por lastimar a propios y extraños….. nadie está a salvo….. nadie se escapa….. nadie controla la situación…… todos estamos en peligro.

La inseguridad y la impunidad, han dejado lastimada nuestra sociedad, los delincuentes saben que tienen un 2% de posibilidades de ser aprendidos y encarcelados, motivación feroz que invita a delinquir hasta el más modesto de los aprendices de criminal de pacotilla.

¿Qué hace falta? ¿Cuántas muertes de inocentes más, son necesarias? ¿Quién va a parar la ola de violencia? ¿Cuándo vamos a ver una autoridad fuerte y vigorosa? ¿Quién va acabar con la terrible corrupción que tiene engarrotadas a las autoridades?

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo del continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda la porción queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad;……..por consiguiente, nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas……….doblan por ti.

John Donne 1624