IRON MAIDEN. LIVE AFTER DEATH. 1985. 40 ANIVERSARIO. RESEÑA
- Por Chamuco González
Por: Chamuco
Después de haberse forjado un nombre en el circuito de la emergente New Wave Of British Heavy Metal con sus primeros álbumes Iron Maiden (1980), Killer´s (1981), The Number of The Beast (1982), y Piece of Mind (1983), la banda sabía que tenía las credenciales necesarias para terminar de consolidarse a nivel mundial, y decididos a ello, en 1984 publicaron Powerslave -un álbum inspirado en la temática egipcia- y se embarcaron en la gira World Slavery Tour 1984-1985, la más extensa en toda la historia de la banda- 187 conciertos en 24 países en poco menos de un año-.
Aunque ya habían publicado con anterioridad un álbum en vivo, Maiden Japan (1981) –un juego de palabras como homenaje al disco de Deep Purple, Made in Japan (1972), producido por el mismo Martin Birch-, su repertorio se limitaba únicamente a canciones contenidas en los únicos dos álbumes publicados hasta ese momento, y al hecho de que fue grabado cuando aún Paul Dianno se encargaba de la voz.
Iron Maiden había evolucionado en muchos sentidos y esta era la oportunidad que tenía la banda para demostrarlo al mundo y terminar de consolidarse. Después de algunos cambios, se conformó la alineación clásica de la banda: Steve Harris (bajista y líder absoluto del grupo), Nicko McBrain (batería), Adrian Smith (guitarra), Dave Murray (la otra guitarra, jeje) y Bruce Dickinson (voz); y ese, era su mejor momento.
No obstante al éxito que ya habían alcanzado, decidieron llevar a la banda a otro nivel y decidieron registrar en audio y video su espectáculo para mostrarlo al mundo entero.
Ron Smallwood -su manager de toda la vida- tenía bien marcado el plan de ruta y logró que la gira lograra penetrar la cortina de hierro –algo insólito- presentando a Iron Maiden en Polonia, Yugoslavia y Hungría. Añeñe.
Con la precisión de una pieza de relojería, para la gira planificaron una producción faraónica -literalmente-, que incluía varias escenografías egipcias, pirotecnia y 2 Eddys gigantes, uno, de 3 o 4 metros de altura que deambulaba entre los integrantes de la banda en el escenario y uno más, de mayores proporciones, situado atrás de la batería de Nicko McBrain, y que aventaba chispas de sus ojos. Una locura para la época.
La grabación de Live After Death se realizó mediante la contratación del Rolling Stones Mobile Studio y se grabaron tomas en el mítico Hammersmith Odeon de Londres, y en el Long Beach Arena de California.
La producción corrió a cargo de Martin Birch, quién ya les había producido casi todos sus álbumes y también ya había producido a bandas de la talla de, Black Sabbath, Rainbow, Whitesnake, y de Deep Purple, como ya se mencionó, entre muchas otras.
La portada del disco –extraordinaria y atemporal-, corrió a cargo del gran artista plástico Derek Riggs, responsable de realizar las mejores portadas de la banda en toda su existencia.
La portada del álbum, es una representación de Eddy The Hunter saliendo de una lápida y siendo alcanzado por un rayo en la frente, rodeado de fuegos fatuos.
En la lápida podemos observar inscrita la cita “No está muerto lo que yace eternamente, pero con el pasar de los extraños eones, aún la muerte puede morir”, la cual pertenece al cuento “La llamada de Cthulhu” del maestro de la literatura de terror cósmico H.P. Lovecraft.
Dicha portada, según el propio Riggs, está parcialmente inspirada en la obra La Destrucción de Sodoma y Gomorra del pintor John Martin, lo cual es perceptible solamente si se observa la portada y contraportada juntas.
Este añose celebran los 40 años de la publicación de esta obra de arte y aunque tardía, esta columna lo celebra. Vamos pues.
...ARRANCATE MARIACHI!
1.- Churchill´s Speech (Intro). El concierto inicia con el sonido de aviones sobrevolando durante algunos segundos, posteriormente, da inicio el histórico discurso que el 4 de junio de 1940, el gran Winston Churchill pronunció ante la Cámara de los Comunes del Parlamento Británico. En el discurso, -conocido como Lucharemos en las Playas-, Churchill se dirige a su pueblo para anunciarle la intención de la Alemania Nazi por invadirlos, así la férrea defensa que harán para impedirlo, así como su promesa de jamás claudicar ante los invasores.
Al concluir las palabras de Churchill -ligada al discurso-, inmediatamente da inicio: 2.- Aces High, una canción inspirada en La Batalla de Inglaterra, - el combate aéreo más grande de la historia-, donde la Luftwaffe intentó, sin éxito, destruir a la Real Fuerza Aérea Británica, hechos relacionados directamente con el discurso, ya que dicha batalla fue precisamente la fallida intentona alemana de invadir.
Desde los primeros acordes, la música hace que la piel se le ponga a uno chinita. Lo digo de verdad. Es un inicio emocionante que va marcando el nivel de lo que vendrá.
Al margen, cabe mencionar que la calidad de la grabación es impecable, nítida y cristalina. Cada uno de los instrumentos se percibe con una nitidez y una claridad pocas veces escuchada en cualquier grabación de aquellos ayeres. En los audífonos -como se debe escuchar un álbum debidamente- es un deleite poder escuchar en el canal izquierdo la guitarra de Dave Murray y en el derecho la correspondiente a Adrian Smith. Es fácilmente perceptible y gratificante poder escuchar como intercalan el papel de guitarra líder y el de guitarra rítmica entre ellos. Así como lo hacen los Stones.
No obstante, al margen de lo bien lograda que salió la grabación, Steve Harris fue muy enfático con Martin Birch en el sentido de que se opuso férreamente al hecho de que la gran mayoría de los errores de grabación fueran editados en la postproducción para corregirlos, toda vez que la intención final de la banda, -y de Harris, principalmente-, era poder ofrecer una grabación en vivo que fuera lo más cruda y genuina, que pudiera capturar así, -lo más parecido posible-, la experiencia de escuchar a la banda como cualquiera de los asistentes ahí presentes lo hicieron.
Lo anterior, es más perceptible en el caso de Bruce Dickinson, cuya voz es “cruda” –sin efecto alguno-, y presenta varios errores a lo largo del concierto.
3.- 2 Minutes to Midnight. Siguiendo con la misma temática bélica, esta pieza hace referencia al Reloj del Apocalipsis, un instrumento simbólico real, que marca la cuenta regresiva hacía el fin de la humanidad. Su temática es una crítica hacia la escalada de la Guerra Fría, que por aquellos entonces estaba en su apogeo.
4.- The Trooper. Continuando con guerras, esta canción está basada en el poema de Lord Alfred Tennyson La Carga de la Caballería Ligera que a su vez, hace referencia a La Batalla de Balaclava, la cual se se llevó a cabo el 25 de octubre de 1854 dentro del marco de la Guerra de Crimea, dejando un saldo de 300 soldados ingleses caídos en combate. La letra, está escrita desde la perspectiva de uno de esos soldados.
5.- Revelations. Se trata del primer tema escrito por Bruce Dickinson dentro de la banda. Sus letras son introspectiva, místicas y esotéricas.
6.- The Flight of Icarus. Inspirada en el mito griego de Ícaro y su padre Dédalo, quienes al estar presos en la isla de Creta, Dédalo le fabricó unas alas de cera a su hijo para que éste pudiera escapar de su cautiverio, sin embargo, Ícaro, víctima de su arrogancia, desobedeció las palabras de su padre y voló tan alto que sus alas fueron derretidas por el calor del sol, e Ícaro cayó al mar, muriendo por ahogamiento en el mar.
7.- Rime of the Ancient Mariner. Está basada en el poema homónimo de Samuel Taylor Coleridge de 1798. Cincelado magistralmente bajo la pluma de Steve Harris, narra la historia de una tripulación, que al navegar por el mar, se encuentran con un albatros volando sobre ellos y a partir de ahí, empieza la aventura… Cada quién sus gustos, pero a mí, me parece la mejor pieza de toda su discografía. Una obra de arte de principio a fin.
8.- Powerslave. Escrita por Bruce Dickinson y publicada en su álbum homónimo, trata de un Faraón moribundo que se cuestiona la razón por la cual, a pesar de ser un Dios, un ser de poder absoluto, no es capaz de poder evitar su propia muerte. Como dato anecdótico, la máscara de plumas que porta Bruce Dickinson al interpretar esta pieza, la compró ese mismo día al pasar caminando frente a un sex shop ahí mismo, en Long Beach, California.
9.- The Number of the Beast. Como casi todas las canciones de la banda, fue escrita por Steve Harris. Fue inspirada en una pesadilla que sufrió como consecuencia de ver, a altas horas de la madrugada, la película The Omen II, jajaja.
De igual forma, está inspirada también en el poema Tam o' Shanter del más grande poeta que haya aportado Escocia, Robert Burns.
La pieza inicia con una voz grave y profunda que cita los versículos Apocalipsis 12:12 y 13:18 para después, dar rienda suelta a una de las piezas de heavy metal más legendarias de todos los tiempos. Lumbre, diablos, no poder escapar... temazo! jajajaja
10.- Hallowed By Thy Name. La letra narra los pensamientos de un prisionero condenado a la horca, explorando sus sentimientos de miedo, la aceptación de su destino y reflexiones sobre la vida y la muerte. Para muchos seguidores de la banda, se trata de la Opus Magna de Iron Maiden.
11.- Run to the Hills. Otro himno inmortal de la Doncella de Hierro. Narra la brutalidad de la colonización Inglesa sobre las tierras de Norteamérica, tanto desde la perspectiva indígena, como de la colonizadora. Es una de las primeras canciones en las que Steve Harris nos regala ese ritmo galopante único en él, que emula perfectamente el sonido producido por las patas de los caballos al cabalgar. Vaya versión.
12.- Wrathchild. La rabia contenida en un adolecente por el abandono de su padre y un entorno roto son la esencia de este tema. No se extraña a Paul Dianno, con todo respeto.
13.- 22 Acacia Avenue. Basada parcialmente en el cuento homónimo de 1841 del maestro del terror Edgar Allan Poe. A un hombre, solitario y aburrido, -jarioso, pues- le recomiendan ir a buscar compañía con Charlotte, una prostituta que labora en un burdel ubicado en el número 22 de la Calle Acacia. Al conocerla, se enamora y busca la forma de sacarla de trabajar. La clásica. La secuela la componen Charlotte the Harlot, 22 Acacia Avenue, Hooks in You y From Here to Eternety.
14.- Children of the Damned. Inspirada en el libro de ciencia ficción “The Midwich Cuckoos” (1957) de John Wyndham, así como en la película homónima de 1963, es una balada potente que trata sobre niños con poderes sobrenaturales que son vistos como una amenaza por los demás y están condenados a su final. .
15.- Die With The Boots On. Trata sobre la valentía y resiliencia con la que se deben afrontar los problemas. No es lo mejor de la noche pero cumple a cabalidad.
16.- Phantom Of The Opera. Mucho tiempo antes de que Andrew Lloyd Weber llevara la obra a las marquesinas de Broadway, Harris y sus secuaces homenajearon la novela de Gaston Leroux mucho tiempo antes. Gran versión en vivo de este clásico.
17.- Sanctuary. Narra las peripecias de un fugitivo que busca refugio y protección de la ley, debido a un hecho traumático que le tocó presenciar. Aquí la banda cede ni un milímetro, y por el contrario, muestran una fuerza y una química musical extraordinaria. Bruce Dickinson sabe que cantar –y ahora grabar- tomazos de la era de Paul Dianno serán colados sobre el cedazo de los fanáticos y no pierde oportunidad de mostrar al máximo su capacidades vocales. Bravo. Grande el “chaparrito” de Bruce, no le quedaron para nada grandes los zapatos y su voz se ajusta a la perfección a las piezas en comento.
Iron Maiden es mi banda favorita y sin duda, este sería un disco que me llevaría a la tumba. Me recuerda a mi infancia, a mi adolescencia, sigue escuchándose actual, y a pesar de haberlo disfrutado miles y miles de horas a lo largo mi vida, no solo no me aburre, sino que me gusta más y así será para siempre.
Calificación: 10/10
Comentarios: zappaco75@gmail.com
Up the Irons!!!!
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