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Carlos Pacheco, taimado y audaz

  • Por Redacción1

Por Carlos Gallegos Pérez.- General Carlos Fortunato Pacheco Villalobos, uno de los grandes mexicanos del siglo antepasado.

Nativo de Nuestra Señora de San Nicolàs del Terrero, población del municipio de Balleza que  lleva su nombre, fue un soldado defensor de la República ante la invasión francesa.

En la batalla del 2 de abril, cuando los liberales derrotaron definitivamente a franceses y conservadores, la metralla le cercenó una pierna, un brazo y perdió la vista de un ojo.

En esas condiciones, con media vida,   inició una destacada  carrera política y militar que lo llevó a ocupar altos puestos, como la Secretaría de Guerra y Marina, el Ministerio de Fomento, Industria, Colonización y Desarrollo, y las gubernaturas  de Puebla, de Morelos en dos ocasiones, del Distrito Federal y de Chihuahua también un par de veces.

Bajo su administración se tendieron 50 mil kilómetros de hilo telegràfico, el ferrocarril llegó del Distrito Federal a ciudad Juárez e introdujo a México el uso del Sistema Métrico Decimal. Por su aportación al desarrollo del país y su apoyo a la cultura, fue conocido como El Militar Ilustrado.

Taimado y audaz, muy al estilo ranchero, cuando gobernó el DF introdujo la luz elétrica primero a su casa que a la de su vecino, un viejo llamado Porfirio Díaz.
Murió en su hacienda Motzorongo, en el estado de Veracruz, días después de perderla en un juego de baraja.

Está sepultado en el Panteón de las Personas Ilustres de la CDMX.

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