Evangelina martínez añoro los sabores de chihuahua

Cdmx. – Para la primera actriz chihuahuense, Evangelina Martínez, lo que más extraña de su natal Camargo, tras más de 60 años de radicar en la Ciudad de México, son sus sabores, el chile con queso y el chorizo.

Con una trayectoria de alrededor de 50 películas, 25 telenovelas, 15 series, 30 obras de teatro, muchos comerciales, cortometrajes y mini teatros.

En la comodidad de su casa, comenta que tuvo una infancia feliz, junto con sus 10 hermanos. Asimismo, dijo que su padre y su madre, siempre fueron muy amorosos y muy enérgicos.

Cuando cumplió 16 años se fueron a la ciudad de Chihuahua por cinco años, “un poco para mejorar económicamente y luego de Chihuahua brincamos a esta Ciudad de México”.

Evangelina Martínez pertenece a una familia de muchos talentos. Recuerda a su hermano mayor, Mario Iván Martínez, quien era locutor y llegó a la radio, primero en Radio Mil y después en Canal 13.

Gonzalo Martínez se fue a estudiar a Rusia dirección cinematográfica. “Luego yo estudié actuación, no fue tan fácil como parece porque mis papás pusieron el grito en el cielo cuando dije que quería ser actriz y en aquellos tiempos como que no era muy bien vista la profesión de actriz y mi madre me decía ‘no señorita, se me casa’ y yo quería ser actriz.

“Me inscribí en la escuela de don Andrés Soler en la colonia Roma y ahí estuve un año y junto a otros dos compañeros, Roberto Sosa que más tarde se convirtió en mi esposo y padre de mis hijos y Jorge Castillo, éramos tres amigos que andábamos haciendo nuestras tareas.

Los maestros Carlos Ancira y Jaime Cortés nos dijeron ‘ustedes qué hacen aquí, váyanse a la escuela de Bellas Artes´, donde había buenísimos maestros. Ahí curse mi carrera de actriz, ya luego nos casamos y juntos iniciamos esta hermosísima profesión que yo amo”.

Comenta que le ha costado trabajo porque primero la oposición de sus papás y después se casó y tuvo a sus tres hijos: la locutora Gabriela Sosa y los actores Evangelina y Roberto Sosa.

“Luego mis hijos empezaron a crecer y se les ocurre ser actores también”.

En un ambiente de total cordialidad, señala que ahora es más libre, más dedicada a su profesión, ya dejó de tocar puertas, la llaman, la buscan, le ofrecen proyectos que encantada los acepta.

Adelantó que tiene un proyecto de teatro México-España, “somos un grupo conformado, el autor es un hombre español y aquí en México ya tenemos el equipo encargado de la escenografía, de producción y la música, lo estamos trabajando, tal vez el primer semestre del año que entra se va a llevar a cabo”.

La película El Principio marcó fuerte su vida. Fue escrita y dirigida por su hermano Gonzalo. Estaba recién llegado de la Unión Soviética y vino a México a empezar a trabajar en lo que había estudiado allá.

Estuvo presente en sus exámenes de actuación y le dijo que tenía un personaje para ella en la película.

“Para mí fue muy importante empezar mi carrera en cine, porque yo amaba el cine, veía todas las películas. En Camargo iba al cine diario.

Que me haya dado el papel mi hermano fue muy importante. El personaje era una señorita solterona de aquellos tiempos; un personaje entrañable que yo amé, fue el arranque de mi profesión”.

A parte de extraordinaria actriz, Evangelina Martínez es una gran persona, bella por fuera y por dentro, y con mucha pasión del talento de su familia.

“Roberto desde los ocho años me dijo ‘mamá yo quiero ser actor, yo voy a ser actor’ y me lo dijo tan serio que hasta me asuste, y efectivamente, cuando lo acompañé a su primer llamado me dijo que le tomara las escenas y me dije, no tengo nada qué hacer más que apoyarlo.

Él solito daba sus tonos, las puntuaciones. Nunca fui de las mamás que decían; hazle así, haz esto, haz lo otro’, yo los dejaba con el director y él ha seguido su carrera solo.

Cuando va a llegar un nuevo bebé en la familia ya no dicen es niña o niño, dicen es actriz o actor. Ya cuando alguien dice, ‘voy a estudia economía’, decimos ‘Ah, tu sí eres normal’. Varios sobrinos han seguido esta profesión y han encontrado el apoyo de sus papás”, fueron las palabras de Evangelina