Rompió Jesús las cadenas de la muerte: encienden católicos el cirio pascual
- Por Carlos Hernández
Chihuahua.- El Arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, ofició este sábado la ceremonia religiosa de la Vigilia Pascual en la Catedral Metropolitana, en una noche muy especial, ya que la celebración de la palabra se efectuó bajo una completa obscuridad.
"Esta es la noche en que son rotas las cadenas de la muerte por Jesucristo. Esta noche santa en que se une el cielo con la tierra, lo humano con lo divino. Oremos porque este cirio arda sin apagarse y que se asocie a la lumbrera divina que es el cielo, en esta la Vigilia Pascual nos recuerda como en la antigua alianza Dios salvó a su pueblo y de la misma forma, en el Nuevo Testamento envió a su hijo", expresó Miranda Weckmann.
La Catedral quedó sumida bajo la completa obscuridad, luego de que el Arzobispo ingresara al recinto con el cirio pascual encendido y posteriormente, todos los fieles católicos que llevan su cirio, lo encienden y comparten el fuego unos a otros, recordando así, la luz que trajo Cristo de entre las tinieblas al resucitar.
Según la tradición, ésta es una noche de vigilia en honor al Señor, los fieles, llevando en la mano velas encendidas, se asemejan a quienes esperan el regreso de su Señor para que, cuando Él vuelva los encuentre vigilantes y los haga sentar a su mesa.
El Arzobispo al igual que los sacerdotes y diáconos utilizan ropas blancas en señal de alegría por la resurrección del Señor. La misa inició con el templo a oscuras, en el exterior de este se llevó a cabo la bendición del fuego con el cual se encendió el Cirio Pascual, la enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado.
Después de esto se tuvo la liturgia de la palabra, en la que se proclamaron varios relatos del Antiguo Testamento, intercalados con salmos o cánticos del Antiguo Testamento y oraciones.
Posteriormente el Arzobispo inició la entonación del Gloria que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma, (a excepción de la misa de la cena del Señor del Jueves Santo) junto con el repique de las campanas de la torre de la iglesia y las campanillas de mano.
Terminado la interpretación del Gloria, Constancio Weckmann encabezó la oración y enseguida se procedió a la lectura de un fragmento de la epístola del Apóstol San Pablo, tras este lectura y previo al evangelio se entonó de manera solemne el Aleluya.
Tras la homilía por parte del Arzobispo se realizó la liturgia bautismal, en la cual se procedió a bautizar a los nuevos cristianos y se bendijo el agua de la pila bautismal, en tanto que los fieles presentes renovaron sus promesas bautismales.
Además de la bendición de Cirios, también se llevó a cabo la bendición de algunos escapularios, rosarios e imágenes por parte del Arzobispo, quien recordó a los asistentes, que es necesario llevar un mensaje de paz para mejorar la sociedad en que actualmente vivimos.
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