![[Prendidos]](/__export/sites/laopcion/img/2025/09/25/FMvU9mgLGpVCnPyR.jpg?v=4)
Dicen que hay bastantitos policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) que andan prendidos de las drogas.
Es la cocaína y el cristal lo que están consumiendo los policías y la mayoría del personal de la corporación está enterada de este grave problema.
Hace unos días, mientras los policías ensayaban para el desfile del 16 de Septiembre, dicen que un grupo de agentes se pusieron de acuerdo para al terminar el ensayo irse a la granja de uno de ellos para compartir el pan, la sal, chelas, pistos, “fattache” y para el desempance llevaron cocaína y cristal.
Pero comentan polis que estuvieron en bacanal, que las drogas que llevaron les duraron poco, así que los mismos policías estuvieron llamándole a sus contactos “dealers” para que les llevaran más de sus productos, de pilón, gratis.
Así que los jefes de la corporación, si es que andan también prendidos como sus muchachos, deberían de ordenar un antidoping sorpresivo lo más rápido posible para que detecten a los consumidores de sustancias alucinógenas.
Esa fiesta la hicieron más o menos en los días que ocurrió la tragedia en una habitación del hotel Don Rubén, donde por motivos desconocidos un policía estatal mató a una cadete analista luego se privó de la vida de un balazo con el fusil de asalto que traía a cargo.
Ya que andamos con temas de la SSPE, comentan que el policía alias "El Guacho", señalado como quien le quitó dinero al hijo del líder criminal apodado el “El 35”, en la zona de Guadalupe y Calvo, acción por la fueron privados de la libertad, desarmados, vejados y tableados varios agentes de la Estatal, resulta que fue premiado por sus jefes quienes lo sacaron de la sierra, lo habilitaron como subinspector y lo nombraron responsable de turno en esta ciudad. ¿Cómo la ven?
Por cierto, quien sabe si ya terminarían las autoridades la investigación de ese asunto, porque varios de los policías golpeados presentaron denuncias penales y, dicen, que al menos cinco de ellos siguen incapacitados por la tableada.
Foto ilustrativa