A ver, cómo, cómo, cómo, está eso de que el Presidente Municipal de Gran Morelos, pueblo mejor conocido como Carretas, hizo su agosto en septiembre, según aseguran. Gilberto Gutiérrez Montes tuvo la fina ocurrencia de cobrar el derecho de piso a las cuatrimotos y razors que fueron a rodar a las fiestas patronales de Carretas. La mayor parte de esos vehículos fueron trasladados al jolgorio por paisanos que viven en los Estados Unidos, algunos de la capital del estado y otros más de distintas regiones locales. Pero se toparon con la novedad de que debían pagar 2 mil 500 pesos por Rodas sus vehículos en las brillantísimas calles del pueblecito. El mismo municipio calculó que entraron a la comunidad alrededor de 1,500 razors y cuatrimotos, así que échela cuentas nada más. Gilberto Gutiérrez debió haberse embolsado más de tres meloncitos en un fin de semana, cifra nada despreciable si se toma el escaso presupuesto que se destina a este municipio. El tema consistirá en esperar para ver si el Alcalde ingresa lanota a las arcas municipales o de plano birla al fisco y se embolsa el billete.
![[Estatales incumplidos]](/__export/sites/laopcion/img/2025/09/17/e0BOctkUZnwa5o2p.jpg?v=3)
[Estatales incumplidos]
Al final resultó puro cuento. Las promesas que hicieron los policías estatales de manifestarse durante el Desfile Cívico Militar, realizado ayer, no las cumplieron.
¿Les dio miedo? ¿Hubo un acuerdo? ¿O con el saludo y apretón de manos de su jefe Loya antes de iniciar el recorrido del desfile les fue suficiente?
Pues quién sabe que pasó, a lo mejor no pasó nada y los policías solo lanzaron la amenaza como un mes antes del evento pero solo fue eso, una amenaza, de ahí no pasaron.
Los policías habían dicho que la manifestación era con motivo de pedir aumento salarial, bonos, prestaciones económicas, mejores condiciones laborales, un servicio médico de calidad y eficiente y patrullas en buen estado.
“Ya basta de estar batallando y aguantando las indiferencias que la actual administración tiene para el personal operativo que sí se arriesga y no recibe ningún incentivo”, decía el escrito de los supuestos policías inconformes que, por lo que se ve, pues seguirán aguantando eso y más, porque lo más seguro es que una vez que sus jefes ubiquen a los responsables de las amenazas no se las van a perdonar.
- Por Federico Guevara
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