*Corral, el cómplice *Se comen 100 páginas de expediente *Diputados de morena a la hoguera *Golazo al reptorcillo

CIERTO, como dice el senador Cruz Pérez Cuéllar, literalmente, el gobernador es cómplice del asesinato de la periodista Miroslava Breach Velducea. En primer lugar, porque protegió, bajo el terrible manto de la impunidad, a sus tres colaboradores, Alfredo Piñera, Pepe Luévano y Miguel Shultz, que pusieron en la cruz a la fémina chinipense cruelmente victimada. Igualmente tendió ese manto de impunidad sobre Patricia Mayorga, la otra periodista que igualmente pilló para que la narcopolítica enfocara su atención en Breach Velducea, según el audio que salió a relucir en el juicio. Pero, además, Corral llevó a cabo actos de acción y omisión que le colocan en ese terrible papel que hoy le adjudica el senador de morena. Fue a la casa de Miroslva momentos después del crimen y se metió a la casa, movió la escena del crimen y nadie supo realmente su propósito. La omisión, que para La Fuente constituye la más grave responsabilidad que puede recaer en el mandatario, consistió en conocer las amenazas de muerte que privaban sobre la periodista y pese a ser ya gobernador electo en ese momento, no hizo nada para evitar el homicidio. Aún cuando El Larry ha sido juzgado por el crimen, la sociedad, los amigos, la familia, se preguntan cuándo, verdaderamente, serán castigados los culpables de esa muerte anunciada.

DICEN los abogados que no tiene nombre lo que le están haciendo en el juzgado que lleva la causa de la contadora Guadalupe Medina Aragón. Eso de no respetar la ley cuando se cumplen dos años sin recibir sentencia, está muy peliagudo. Es difícil incluso para la jueza Nora Espino, que se juega su pellejo profesional justo en el declive del nuevo gobierno. Claro que ser magistrado implica el privilegio del fuero, pero antes, hay que atinarle al ungido de junio del 2021 porque de lo contrario, ese carnicero de hoy puede convertirse en la res del mañana. Y luego robarse cien hojas del expediente médico para evitar que su condición médica sea tomada en cuenta para cambiarle la medida cautelar, conlleva la comisión de un delito. Deben temerle mucho a Corral para atreverse a eso y más, a pesar que saben que el quinquenio se desinfla. Alguna vez el emperador romano Claudio, parado de noche en la ventana de su cuarto y mirando a la luna, le dijo: muéstrame tu poder o teme el mío. Empero, los tiranos romanos conservaban el poder hasta su muerte, no así un gobernador en la república mexicana, que se vacía apenas es electo su sucesor. Pobre de aquél que anda en la política y no ha leído y digerido las 48 leyes del poder, porque no será de éste el reino de la tierra.

YA vio que los compañeros diputados de morena Ulises García, Esther Mejía, Francisco Villarreal y Sebastián Aguilera Brenes votaron a favor de Dulce María Sauri, una salinista de hueso colorado. Con estas palabras, los morenos de a pie empezaron este martes una campaña para quemar a sus correligionarios que alzaron el dedo en San Lázaro para ungir a Dulce María Sauri como presidenta de la cámara de diputados. Otro mensaje: Vaya vaya. Aquí tenemos los diputados de morena traidores que votaron a favor de Dulce María Sauri. Quien lo fuera a decir. Esther Mejía y obvio Francisco Villarreal Pasaret suplente de Juan Carlos Loera. A darles duro compañeros. Que todo Chihuahua se entere de quienes nos representan están con el PRI no con la coalición juntos haremos historia MORENA-PT. Les faltó citar a Ulises García Soto, en el segundo mensaje, que también sufragó a favor de la priísta que dirigirá la cámara. Es obvio que no se trata de un voto de conciencia, ni siquiera uno que haya sido ejercido en libertad, a juzgar por la raíz política de estos diputados. Es la llamada línea política que reciben los legisladores en San Lázaro, para quemarle incienso a las instrucciones de palacio nacional. Empero, los locales, que viven de la ideología izquierdista y no tienen dieta cameral, pues miran las cosas desde otro punto de vista y con justa razón. 

QUÉ puede esperar el secretario del ayuntamiento de Parral cuando le niegan la existencia de un brote de coronavirus en la fiscalía zona sur. Si en Chihuahua niegan los casos aunque se mueran, aunque estén internados en el hospital central o aunque en la frente del enfermo esté escrita la malograda palabra del virus. Hace bien, Francisco Sánchez, en defender la ciudad para la cual trabaja, en contra del despropósito oficial de la estadística gubernamental. Nadie, con dos dedos en la frente, cree en los números de Manuelito del Castillo, el chimoltrufio, del doctor Arturo Valenzuela o de Leticia Ruiz. Como en los programas de Doctor House, lisa y llanamente, todos mienten. Si dicen buenos días hay que correr a develar la cortina para ver si no es de noche. Recuérdese que éste es un gobierno mitómano, en donde se miente, todos los días, a todas horas, de la cabeza a los pies. La mentira es síntoma de la ineficiencia, de la sinrazón y de la incapacidad para gobernar. Es, además, la madre de la opacidad y de la simulación. Mentir debería ser un delito pero en este país, especialmente en este estado, es un deleite, para los cínicos que están acostumbrados a ello.

EL SECRETARIO de Salud, el nunca bien ponderado Lalito Fernández, se pasa por el arco del triunfo las resoluciones de los jueces. Es que, a pesar que Alejandra Ramos dictó un auto para liberar a tres ex funcionarios duartistas, Lalito los tiene retenidos en el hospital Central. Los médicos ya extendieron el alta para entregárselos a sus familiares, pero en el nosocomio les dicen que no hay orden para soltarlos. O seáse, el arraigo domiciliario parece ser un broma judicial que podría no ser cumplimentada por la autoridad penitenciaria en contubernio con la de salud. Jesús Esparza, el ex auditor superior del estado, y Alejandro Villarreal, diputado plurinominal electo, ex secretario general de la sección octava, están internados en el hospital en comento. Ahí le echan la culpa al jurídico del hospital y han enviado a los familiares a direcciones inexistentes para buscarle. Falta que todo haya sido una treta y que les notifiquen en el hospital la existencia de una nueva carpeta de investigación de la fiscalía para hacerlos regresar al centro de rehabilitación social. De ese tamaño puede ser el plan con maña de la parte oficial. Desde que Lázaro Joaquín López murió, la consigna parece ser: los prefiero muertos que libres. Ya ven que este ex funcionario tenía covid pero le dijeron que era ansiedad y lo canalizaron con un sicólogo. Hoy es el coronavirus y mañana podría ser otra cosa. Si es apendicitis dirán que es indigestión, o si se trata de una embolia manifestarán que es insomnio o si de plano es un infarto dirán que es agotamiento.

GOLAZO le metieron a El Parientón, Luisito Fierro, reptorcillo de la uach, en la pomposa rueda de prensa que ofreció ayer a medios. O apretó el botón equivocado del zoom o alguien hackeó su transmisión, pero convirtieron el evento en una tragicomedia. Por otro lado, los mensajes que le publicaron, obviamente gente de adentro de la rectoría, revelaron una nueva faceta de Luisito. La universidad es un bunker de puertas cerradas desde que El Parientón tomó las riendas de la ahora mínima casa de estudios. Nadie revisa el ejercicio presupuestal, pues tiene vara alta con el auditor por su relación con El Paisa. Así que menos le revisarán su actuación al interior en la relación con los colaboradores. Más allá del humor con que los memes post hackeo manejaron el tema, también podría tratarse de una señal de auxilio hacia el exterior. Es una caja negra la uach, la verdad de las cosas, en donde nadie sabe qué ocurre ahí adentro, pues todo es opaco, oscuro, sin transparencia y desmedido. Para ejemplo, basta el botón de muestra el gasto que ejerce en los sueldos, en donde varios de sus colaboradores cercanos, jóvenes todos ellos, tienen percepciones altísimas.