Opinión

Francisco… mensajero de la paz y la concordia

  • Por José Oswaldo
Francisco… mensajero de la paz y la concordia

Por Carlos Jaramillo Vela

Ante la cercanía de la vista Papal a Chihuahua, y particularmente a Ciudad Juárez, que habrá de efectuarse el 17 de febrero de 2016, se han comenzado a levantar comentarios sobre los posibles temas a tratar por el Papa Francisco I, en su discurso. Los posicionamientos que Su Santidad llegue a manifestar no serán, por supuesto, para consumo interno y exclusivo de los juarenses, ni de los mexicanos, tendrán, por la jerarquía moral y política del Sumo Pontífice, una repercusión que rebasará los límites nacionales, para ubicarse en el contexto internacional, habida cuenta de la alta investidura espiritual y diplomática que ostenta el Papa, en su carácter de líder de la religión más reconocida en el mundo, y Jefe de Estado.

Cualquier postura asumida por los jerarcas del catolicismo, siempre es motivo de atención y análisis en todos los rincones del planeta. Esta ocasión, en la que el efecto no será distinto, cobra particular significado el manifiesto papal, por las circunstancias sociales, políticas y jurídicas que enmarcan el entorno de la histórica visita, al ser Juárez una plaza fronteriza largamente asediada por los fenómenos migratorio y delincuencial, entre otros. Así, tanto en la comunidad chihuahuense, en general, como en los ámbitos de la política profesional -partidos políticos-, y la sociedad civil organizada -ONG´s-, existe gran expectativa por escuchar el mensaje del Sumo Sacerdote argentino, Jorge Mario Bergoglio, pues sus conceptos filosófico-espirituales, y las recomendaciones que en ellos vayan implícitas, además de su habitual connotación y resonancia en las esferas política y jurídica, serán vertidos en una coyuntura histórica caracterizada por el amplio debate internacional que actualmente se desarrolla sobre temas como migración, violencia, delincuencia organizada y derechos humanos.

Ante el profundo análisis, y las resoluciones promovidas en fechas recientes por algunos organismos internacionales, como la ONU, sobre el tema de las personas migrantes, y su subcategoría: los individuos desplazados; algunas organizaciones de la sociedad civil chihuahuense, de marcada orientación derecho humanista, han comenzado a observar con atención el impacto que una recomendación de la Organización de las Naciones Unidas pudiera tener no sólo en la legislación de nuestro país, sino también en la de otros Estados Nacionales, al reconocérseles en el texto legal amplios derechos sociales y humanos a las personas que por las condiciones de pobreza, inseguridad, violencia, delincuencia, marginación, explotación, falta de oportunidades, subdesarrollo, persecución, etc., imperantes en su país de origen, se vean forzadas a desplazarse a un país distinto, en busca de condiciones adecuadas para una vida digna.

Este tema, de indiscutible sentido humanitario, es visto por los analistas como uno de los ejes en los que podría centrar su discurso el Papa Francisco, para hacer un llamado a la comunidad internacional a realizar esfuerzo a para adoptar medidas políticas, jurídicas y administrativas que permitan atender con equidad y decoro a las mujeres, hombres y niños que se ven envueltos en una situación de vulnerabilidad debido a la problemática descrita. Otro tópico, que quizá formaría parte de la exhortación que el Papa haga en Ciudad Juárez, es el inherente a la protección de los derechos de las mujeres, y la eliminación de la violencia contra éstas. Es sabido que llegaron a cobrar resonancia internacional los numerosos feminicidios, que todavía hace algunos años eran cometidos con frecuencia en la frontera chihuahuense, lugar en el cual, por su condición de urbe limítrofe, siempre está latente el riesgo del resurgimiento de manifestaciones de inseguridad y violencia.

También, es previsible el llamado del Papa Francisco, a la unidad familiar y la práctica de los valores cívicos y cristianos, en las relaciones de la familia y la sociedad; pues las diversas formas de descomposición del tejido social, que tanto daño nos causan en la época contemporánea, tienen su origen en la desintegración familiar. Independientemente de los temas que aborde en su visita a Ciudad Juárez, es innegable que el Obispo de Roma, al igual que sus 265 antecesores, cumplirá su elevada misión de mensajero de la paz y la concordia.

Bienvenido, Su Santidad Papa Francisco. Escucharemos con fe y esperanza su conciliador mensaje.

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