Opinión

Los servidores públicos

  • Por José Oswaldo
Los servidores públicos

Por Carlos González Fernández

“Muchos pensamientos…un solo equipo”

“Desde cualquier ángulo en el entorno” avista la definición más común sobre los “funcionarios públicos” que ha tiempo han sido clasificados como “servidores” y dentro de las clasificaciones, igualmente comunes, encontramos las y los sexi “servidores(as)”, de tal suerte que los burócratas admitirán, quizá, el término “buróservidores” (sean mujeres u hombres), los banqueros “bancaservidores(as)”, los ‘tendermen’ ”cantiner@servidores(as)”, personal de servicio en bares y restaurantes, meser@servidores(as), etcétera.

Sin embargo, en este mínimo espacio habremos de referirnos a los servidores(as) públicos de los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal; ell@s tienen la misión de desempeñar un encargo dentro de alguna institución a la que sirven estructuralmente a través de un organigrama en donde cada individuo se compromete a dar el máximo de su capacidad (muchos de ell@s dan el mínimo de escuchar y el máximo sin atender).

Es por eso que atender con responsabilidad es una obligación tácita de tod@ servidor(a), según las ‘funciones’ que correspondan a su encargo en cualquier instancia pública en todos los niveles donde presten sus servicios en beneficio de la sociedad que les paga; asuman su compromiso de proteger al ente gubernamental al que pertenecen, de mantener una imagen positiva ante la opinión pública, actuar con transparencia, legalidad, eficacia, imparcialidad y lealtad que la Ley enmarca y sí, fundamentalmente, con honestidad y honradez, virtudes implícitas en estas tareas de servicio; adoptar las conductas apropiadas de su investidura de servicio y proporcionar la mayor calidad en las tareas que atienden, conductas éticas para un trato honesto con cada ciudadano que tiene derecho de recibir una atención bien hecha para obtener los mejores resultados que simplemente repercuten en la calidad del tiempo, costos y agradecimiento por la atención merecida.

Los principios y valores de la filosofía Política y Ética están sustentados en la forma de ser y proceder de el o la buróservidor(a); orden, disciplina, respeto, seguridad, buen talante (sonrisa), lenguaje apropiado, disposición a ayudar; romper con compadrazgos, nepotismo, dedazos, abusos de autoridad, abusos de “tiempos y movimientos”, favoritismos y corrupción. Nuestra sociedad chihuahuense reclama y mantiene vigentes sus exigencias que se satisfagan de la mejor manera sus demandas y sus necesidades porque vaya un simple ejemplo, cuando se cubre el pago del impuesto sobre la renta pareciera que se hace el gran favor cuando, entre otras funciones, el gobierno debe generar trabajadores que respondan a la mayor expectativa de servir; establecer la importancia de la Ética en los asuntos públicos; respetar y trabajar los Principios y Valores Éticos; fomentar el cambio de actitud en el personal de la Administración Pública y ¿ por qué no? de todos quienes dan un servicio.

Un(a) servidor(a) público debe ser un(a) ejecutor(a), difusor(a) y orientador(a) del servicio gubernamental y ser y estar capacitado(a) para resolver la instancia de su competencia; comprometerse con cada ciudadano que lo requiere y cumplir cabalmente para lo que se le encomienda; las demandas y gestiones que cada chihuahuense tramita, debe ser el principal objetivo de las tareas de todo(a) servidor(a) público, conocer la estructura de su competencia y resolver adecuadamente las necesidades de todos y cada uno de los usuarios que atienda…Qué les cuesta?

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