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  • Por Cynthia
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Durante años la UACH, fue el centro de mi vida.


Ideales, amores, desamores, sueños , actividad febril por asaltar el cielo, estudios académicos pocos y de mala calidad, siempre lo he dicho, los que yo considero buenos profesores en la Escuela de Derecho, se pueden contar con los dedos de las manos y sobran dedos, seguramente, ninguno de ellos me recuerda como un buen alumno.

Aprendí más con los míticos NACHOS que en las aulas, lo poco que se de DERECHO, lo tome como autodidacta de los libros de texto, que generosamente me prestaba el PEPE LOPEZ, muchos de ellos nunca se los regrese, tampoco me los quede , siguieron de mano en mano, entre estudiantes jodidos.

Hicimos cambios, que alimentaron la vida de la UACH, siempre a contra pelo de las burocracias que en toda organización se arraigan y como las metástasis cancerosas matan al huésped que las alimenta.

Nunca logramos abrir la cerrazón de las autoridades, siempre los cambios se dieron por la organización estudiantil, y el apoyo de algunos profesores progresistas, en contra del conservadurismo ligado al PRI y al gobernador en turno.

En los 60s y 70s, la UACH, era una modesta Universidad de provincia, con pocos recursos y muchas carencias, pero por muchos de sus compromisos y su facilidad de acceso era una Universidad cercana a la sociedad y sus problemas. 
En 1973, dimos, lo que para toda una generación fue nuestra última batalla como estudiantes Universitarios.

El precio pagado fue poco, comparado con lo que ahí recibimos. Muchos fuimos expulsados como alumnos o maestros, la diaspora, para muchos de ellos.

Valió la pena, por las experiencias ahí vividas y la formación como personas y ciudadanos que ahí se forjó. 

Poco le debo a la UACH como institución, mucho por ser el lugar donde conocí y
convivi con los hombres y mujeres que hicieron de mi lo poco que pude ser.

Hace apenas 2 meses y días, los ciudadanos de Chihuahua, se dieron a sí mismos una lección de ciudadanía, contra todo pronóstico y casi al margen de los partidos, votaron por un cambio en la conducción de los órganos del estado , en el poder Legislativo y el ejecutivo estatal y municipal, la voluntad y acción ciudadana, prácticamente, no dejó piedra sobre piedra, 
Los ciudadanos dijeron: basta, no nos gusta esto y determinaron que aquello terminara
Pero las desviaciones del Gobierno del estado, del poder Legislativo y del Judicial , no quedaron ahí, lamentablemente, las instituciones educativas sufrieron la metástasis del tumor principal.
Los signos son numerosos, una pésima calidad académica, así lo indican las clasificaciones que expertos del tema hacen, ubicando a la UACH casi en los últimos lugares.

Un manejo patrimonialista, corrupto y corruptor, del patrimonio de la UACHUna burocracia corrupta que vive al margen de la academia, pero maneja los recursos económicos de la UACH.

Una Universidad lejana y ajena a los problemas sociales.
Ajena también al aparato productivo.
Una Universidad coto político del PRI, pervertidamente usado como extensión del aparato electoral .
La UACH , esta inmersa en un proceso electoral para designar a su Rector, lo que se ha visto para desarrollar el proceso, da vergüenza, las peores prácticas propias del charrismo sindical, 
como la votacion a mano alzada, la negativa al registro de candidatos incómodos, la compra de votos, las amenazas, etc.

La universidad no es una ínsula aislada de la sociedad, esperemos que los universitarios den un paso al frente y logren recuperar su autonomía y su libertad, para construir otra clase de institución.

Los que no tenemos vela directa en el entierro, vemos de lejos, como una institución ha sido desviada de sus nobles fines, por una abyecta y corrupta burocracia.
Puede ser que el único camino para la UACH, sea el abierto en los 60s y 70s.