Opinión

Espresso Doble

  • Por Cynthia
Espresso Doble

La dictadura de Duarte

Por: Luis Ruben Maldonado

Desde que comenzó su periplo por obtener la candidatura del PAN al gobierno del estado, Javier Corral calificó al (entonces) gobierno de César Duarte como una dictadura. Todo estaba mal, todos eran cómplices de la “tragedia” que vivía nuestro Chihuahua en palabras del propio Corral Jurado en los inicios del 2011, cuando escribió sobre los 100 primeros días del gobierno de César Duarte.

Seis años después se cumplen sus primeros 100 días de gobierno. Y vale la pena rescatar algunas frases de este texto de enero 2011, firmado por Corral Jurado:

1.            Suele suceder que en el fragor de la batalla electoral, los candidatos ofrezcan el oro y el moro. Hay un dicho que describe y ridiculiza a la vez los excesos en la oferta y la promesa de campaña: “prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila”. Y aquí hay que agregarle la joya de las frases de estos primeros 100 días del gobierno de Corral: “Universidad gratuita es una promesa del corazón, no de la razón”.

Seis años después, Corral es víctima de sus propias palabras: cumplir es lo que está aniquilando su credibilidad.

2.            También, en ese mismo texto, escribió sobre la “extensión del síndrome de campaña con el que se quedan varios gobernantes, que en efecto, a César Duarte se le está alargando demasiado…”

Aquí el problema es que a seis años de estas palabras, la ciudadanía percibe todavía a un Corral candidato, activista y no a un gobernador.

3.            En los primeros tres meses no se pueden obtener las metas, pero sí se puede delinear lo que será la obra y acción de gobierno, es el momentum en el que se traza el rumbo. Un dicho también sintetiza de manera clara ese fenómeno: “por las vísperas, se sacan los días”.

Y aplicando éstas palabras del hoy gobernador, por las vísperas, los chihuahuenses ya sacaron los días de lo que será el resto de su gobierno: quejas, lágrimas, repartición de culpas.

4.            Si bien es cierto que es muy poco tiempo para encontrar obras y acciones deslumbrantes; cien días son suficientes para retomar las riendas del gobierno con responsabilidad y empeño.

Los chihuahuenses se preguntan, más allá de las acciones y acciones deslumbrantes que Corral le exigía a Duarte en 2011, si en este 2017, cuáles son (deje usted las obras) las acciones que realizado Corral, más allá de los foros y acusaciones.

No se ve camino, ni vereda, mucho menos rumbo en estos 100 días del nuevo amanecer. La preocupación de los chihuahuenses es sí en realidad tienen trazado rumbo alguno; si no tendrán la brújula descompuesta o si de plano será pura pirotecnia política lo que resta del mandato.

En 100 días, lo único que queda claro es: quien sigue marcando el paso en el gobierno del estado, quien marca el ritmo, quien trae la batuta del gobierno, es César Duarte. Ya que todas las acciones de este gobierno están relacionadas con él: ya sea para hacer escarnio, para echarle todas las culpas, como arenga discursiva, como catarsis y hasta como cortina de humo.

El término más repetido por el gobernador y sus funcionarios en sus intervenciones públicas es César Duarte. Quien les sigue quitando el sueño, es César Duarte.

Todo indica que Duarte no se ha ido. Y quien lo sigue perpetuando en el gobierno es el mismo gobernador Javier Corral.

Qué ironía: quien lo calificó en dictador al calor de la crítica periodística, hoy lo está convirtiendo en el dictador de su propio gobierno