Renacen musicales, butacas vuelven a llenarse con La La Land

La amplia gama de temas con las que cuenta el séptimo arte  permiten al espectador tener la oportunidad de elegir entre más de 10 géneros cinematográficos que los adentran a distintas historias de formas muy particulares.

El cine de acción, drama, suspenso y terror se han ganado durante muchos años el gusto de los cinéfilos.

Pero así como hay quienes gustan de estar al filo de la butaca mordiéndose las uñas, por el misterio de saber quién es el malo de la historia que intenta atacar a los buenos, hay quienes prefieren disfrutar de una trama más sutil y relajada que se pueda disfrutar sin tanto sufrimiento.

Si bien, la música ha sido elemento importante para la ambientación de determinadas escenas y reforzar  las emociones de los personajes, hay quienes han hecho de ésta el elemento principal de su filme.

Es así que el cine musical ha ganado seguidores por la manera de narrar una historia mezclada con fragmentos o piezas sonoras que van acompañadas de coreografías individuales o grupales.

La lista de musicales es infinita, desde “Vaselina”, “Mouling, Rouge”, “Melodías de Broadway”, “Mary Poppins”, “El último Vals”, “El fantasma de la ópera” y
“El violinista del tejado”, hasta musicales más “modernos” -por así nombrarlos- como “High School Musical” y “Charlie y la fábrica de chocolates”.

Esta última, pese a que es considera más un género de fantasía, también ha destacado entre la crítica por la musicalización de los 21 temas que contiene la película, mismas que corrieron  a cargo del compositor y músico Danny Elfman, quien ha producido para películas como “El planeta de los simios”, “El dragón rojo”, “Chicago”, “El cadáver de la novia”, “Los Vengadores: La Era de Ultrón”, “Alicia a través del espejo”, entre otras.