*Elizondo se desquita de Patricio *Verdades a medias en registro civil *Algo trama Alfredo Chávez *Escandalosas cifras de inseguridad

ESCANDALOSAS cifras las del sistema nacional de seguridad, que elevaron hasta en 700 por ciento, en el caso de las extorsiones, los índices delincuenciales en la entidad. En el caso de los homicidios dolosos, en un 84 por ciento y en materia de secuestros un 400 por ciento. Son cifras que reflejan una realidad que parecía olvidada y que el nuevo gobierno está obligado a reducir y controlar. De nada le sirve a Corral y a César Jáuregui atacar todos los días a Duarte si la inseguridad se les sale de control. El estado entero está en llamas, las ejecuciones y los asesinatos se hallan a la orden del día, aderezados con secuestros y extorsiones. Además, falta contabilizar la otra cara de la violencia, sobretodo en la sierra, en donde hay una enorme cantidad de desaparecidos olvidados. Los desaparecidos olvidados son aquellos miembros de una comunidad que un día, por razones de inseguridad, fueron borrados de la faz de la tierra. No hubo reporte de desaparición, no hay demanda ante las autoridades y en la comunidad optaron por el silencio, generalmente debido al riesgo de abrir la boca. Uno de estos lugares es El Largo Maderal, municipio de Madera, en donde hay, ahora, bastante info al respecto, que aflorará en estos días.

EL ex alcalde de Juárez, el panista Gustavo Elizondo, destapó la cloaca de Patricio Martínez García en su administración. Por motivos aún no dilucidados, Elizondo reveló que el ex gobernador pagó 10 millones de dólares del erario público por terrenos inundables en El Mezquital, una zona ubicada al sur de Ciudad Juárez. Los terrenos eran propiedad de Manuel Quevedo, pero el ex edil fronterizo dijo que valían ni 30 centavos de dólar y El Patricio, hoy senador de la república, pagó entre siete y diez dólares por metro cuadrado. El notario público número 21, Samuel Martínez Escandón, se metió al ojo del huracán, al ser involucrado en el conflicto, pues dio fe pública de la irregular venta, a sabiendas de la alteración de precios. Patricio Martínez García es uno de los asesores del gobernador Javier Corral Jurado, dicho por el mismo titular del poder ejecutivo estatal, y uno de los hombres más ricos de Chihuahua.

VERDADES a medias o mentiras completas son las que se asoman al interior del Registro Civil. El tema de la eliminación del rubro de padre/madre y abuelos, envuelve -grave esto es- una serie de mentiras verdaderas, o lo que es peor, mentiras oficiales. Para empezar, ni la legislatura local ni el Registro Nacional de Población, tienen vela en el entierro. El formato proviene de un acto meramente administrativo, no legislativo, pero han embarrado al congreso del estado sin fundamento. No existe en el código civil y, ni siquiera los que defienden el tema han sacado a la luz la mentada jurisprudencia, que se cita y se cita, pero nadie ha visto. Lo que sí viola Inés Martínez, directora del Registro Civil, con las nuevas, actas, es la disposición del registro civil. Nuestra legislación sí que obliga a identificar a los padres y abuelos de un niño registrado. En el fondo, según los que saben, esto constituye un primer paso para luego realizar otros cambios mayores. Viene el reconocimiento de distintos sexos, el matrimonio entre homosexuales y otras cosas peores. Al parecer, están midiendo la capacidad de reacción de la gente, en una acción unilateral, sabrá dios por qué compromisos, del gobierno del estado.

EL REGIDOR Alfredo Chávez trae algo entre manos en el cabildo, pues últimamente se le ha visto muy activo. No se sabe si promoverá una reforma al reglamento de cabildo o meterá las manos en el tema de los permisos de vinos y licores. Empero, lo que sí se sabe, es que su grupo político trae una jugada que sonará fuerte en estas semanas. Además, trae pendiente el amparo contra el gasolinazo, que tiene amarrados de pies y manos a los juzgadores. La definición de competencia entre juzgados de distrito parece un juego de ping pong entre japoneses. El tema es que promoverá este regidor algunas reformas a la normatividad municipal por estos días.

YO no sé qué opinen los moralistas, pero para mí en la política la moral es un árbol que da moras y además sé que el político debe vivir de la política y asignarse sus emolumentos según la fuerza de que disponga, pues entre más grande es su poder, más grandes son sus compromisos y responsabilidades. Estas líneas, constituyen la cita textual de lo que un día escribió Gonzalo N Santos en sus Memorias. El Alazán Tostado, como le apodaban, jefe de Los Gargaleotes, de San Luis Potosí, confeccionó estas frases que brincaron a la historia. El tema es que pasaron como ejemplo de lo que no debe ser en política. Sin embargo, si se analiza su contenido, con objetividad y realismo, sigue este principio tan vigente en la política como en años en que fue presidente de México el general Lázaro Cárdenas, que fue en la etapa en que escribió su libro. Y, además, a nivel estatal, sigue tan viva como siempre, la máxima, y para eso solo basta pensar en el anterior y en el actual sexenio. Los casos de los sobreprecios en las medicinas, los contratos sin licitación y sus consabidos moches, los cambios de software, las adjudicaciones directas en los espectaculares y las despensas, constituyen ejemplares botones de muestra. Incluso, en la actualidad podemos decir que se ha refinado la máxima santista, pues ya ni siquiera amerita dedicarse de lleno a la política, pues basta con ser empresario e ingresar coyunturalmente al gobierno para regar el árbol que da moras. Aunque, también hay que señalarlo, algunos plantan su árbol de moras y otros... ¡siembran todo el huerto!