*Atoran al rector con 50 mdp para curso de inglés *Dispendio y hoyos negros en su ejercicio *Serrano y Moreno Peña en Cdmx *Jáuregui El Gallero con Julión

POR ahí le enviaron al Rector Luis Fierro un saludito en un documento que empezó a circular en la Uach y entre los órganos de fiscalización. Se trata de un trabajo intitulado El Derecho de Corrupción e Impunidad en la Universidad Autónoma de Chihuahua. Al final, como decía aquella famosa canción de Emanuel, le dedican un capítulo al Rector de la ex máxima casa de estudios (por su nivel académico, el lugar que ocupa le haría ser acreedora del título la mínima casa de estudios, si no le meten mano rápido). El caso es que, como director de la escuela de Filosofía y Letras, la SEC le entregó 50 millones de pesos para aplicarlos en el programa Componente Apoyo a los Procesos de Adquisición de una segunda lengua, es decir, el inglés. Sin embargo, el ejercicio presupuestal (muy alto) estuvo plagado de irregularidades, observadas por distintos órganos de fiscalización. Entre las observaciones destacadas, se hallan la de no haber reintegrado a la secretaría de educación, un remanente de 9 millones de pesos, en números redondos. Respecto del pago de nómina a personas físicas por honorarios, (15 mdp) los auditores hallaron estas fallas: “no todos los pagos corresponden a lo pactado en el contrato. Y existe personal en la nómina adscrito al programa que recibe doble pago sin justificar dicha erogación”. Fueron contratadas 370 personas, pero en 308 contratos no se especifica lugar, domicilio y horario de trabajo, de 70 docentes no se mostraron contratos y 245 no cuentan con documento alguno que certifique los conocimientos y/o experiencia en la docencia del inglés. Además, 61 personas devolvieron recursos por casi 400 mil pesos, pero nunca aparecieron en la cuenta bancaria correspondiente. Así que, el pariente Fierro, la verdad de las cosas, está metido en un grueso lío, porque, hay universitarios que exigen proceder conforme a derecho.

MUY trajeados, eso sí, Fernando Moreno Peña y Enrique Serrano, desayunaron en la capital del país. El lugar del largo encuentro entre el delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y el ex candidato a gobernador fue de sobra conocido. Desayunaron en restaurante del Hotel Cristal, en paseo Reforma, en donde dialogaron largo y tendido. Tal vez sí, tal vez no, Serrano promovió a Adriana Terrazas para la presidencia del comité directivo estatal del tricolor. Pero el encuentro llamó la atención, porque, desde la ciudad de México, La Fuente fue informada del asunto. Igual que Adriana Terrazas, suenan Ricardo Boone, Lilia Merodio, Graciela Ortiz, Omar Bazán, Heliodoro Araiza, Miguel Ángel González y Alejandro Domínguez. Empero, nadie lo ha expresado de viva voz, solo por rumores, excepto Fermín Ordóñez, que ya lleva 300 días en la batalla, surfeando entre las olas de la grilla. Es lo raro de la política, en los buenos tiempos, los priístas se resignaban al dedazo que venía del cielo y, en época de vacas flacas, la pelean como si fuera la última coca cola en el desierto del Sahara.

SI usted oye cantar a César Jáuregui Robles La Fory Fay, La Buchona o El Toro Viejo, no se asuste ni se impresione. Debe ser la influencia de haber ido a ver a Julión Álvarez la semana pasada. El secretario general de gobierno, además, reveló en el palenque sus cualidades gallísticas, pues desde temprano ocupó su lugar en el inmueble de Santa Rita. El sábado, para ser exactos, un día antes del cierre, el funcionario fue a ver al Julión, en compañía de su esposa. Ese mismo día, por cierto, en la madrugada, ocurrió la masacre en el bar Chichos, en la ciudad de Cuauhtémoc. Los temas de seguridad, ya se sabe, son tratados con calma y ligereza en palacio de gobierno. Pero aflora la duda, sobre el lugar donde Jáuregui Robles haya adoptado el gusto por las canciones de Julión Álvarez y las peleas de gallos. ¿Sería en sus andanzas por el consejo federal de la judicatura?

EN morena ya traen a Pablo Leos y Rafael Espino, por gandulas y no abrir el paso a otros liderazgos. El tema es que estos dos, dicen, no dejan ni saludar al Peje, cuando viene, y se apoderan de la organización de los eventos. Hay muchos otros, de a ie, que le pegan a diario a la talacha, pero no los deban asomar la cabeza. Ya hasta le sacaron todo el corrido a Pablo Leos, con demandas y toda la cosa. Dicen que traen el expediente en que fue demandado por incumplimiento de pensión alimenticia. No se sabe si le salió orden de tacos al peny chón (es decir, al vapor), ni tampoco si cayó al botellón. Empero, le andan tupiendo duro, para abrirse paso y, de perdida, estrechar la mano de López Obrador este 18 de junio en que ande por tierras chihuahuitas.

QUIÉN sabe qué ocurrirá en los terrenos del nuevo amanecer, pero pasan cosas raras. Por ejemplo, de un momento a otro, bajaron a Gómez Morín para subir a Luis Héctor Álvarez. La invitación oficial, insertada en la agenda de El Paisa, que se envía por whats ap y correos electrónicos, señalaba con claridad que la develación de la pintura era para el oriundo de Gómez Morín. Empero, al arribar al despacho del gobernador, salieron con que era del ex alcalde de Chihuahua, Luis H Álvarez, recientemente fallecido. Versiones no confirmadas, extraoficiales, indican que El Metralleta, Fernando Álvarez Monge, ejerció su derecho de picaporte para expresar alegatos en favor de su tío. Como sea, en el despacho del gobernador cohabitan las pinturas de Pancho Villa (alguien debe haberle dicho que son 80 años de mala suerte denostar desde el poder al Centauro del Norte), que regresó a la pared, Abraham González, Ñor Abraham y Luis H Álvarez, a quien tienen acorralado los revolucionarios. Gómez Morín está en otro despacho, más escondido, porque a pesar de ser fundador de Acción Nacional y uno de los siete sabios de México, en Chihuahua no hizo muchos méritos, que se digan y se conozcan, al menos.