Opinión

Espresso Doble: Álvarez Monge, el mal agradecido

  • Por Redacción C
Espresso Doble: Álvarez Monge, el mal agradecido

¿Qué unió al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, de Honduras, Juan Orlando Hernández; el vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, y el ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, además de los ministros de Agricultura y Economía de Camerún, Vietnam, Tanzania, Angola, República Dominicana, Brasil y Uganda?

Pues el café. Esta semana que concluyó se llevó a cabo el Primer Foro Mundial de Productores de Café en Medellín, Colombia. Mismo que contó con la presencia de 45 países, incluido México. Este foro se convertirá en la gran plataforma de lanzamiento del café latinoamericano a los mercados de alto consumo.

Lo que nos permitirá tener mejores granos para tener un espresso caliente al tacto, amargo al paladar, fuerte en la nariz y escaso al servirse. 
 
Con estas lluviar, doble cae muy bien.   

Comenzamos el espresso doble de hoy. 

Caliente. La ceguera es demasiada cuando se tiene miedo a quedar mal con el patrón. Eso le está pasando a Fernando Álvarez Monge, presidente del PAN en el estado de Chihuahua por segunda ocasión. Este Fernando no es ni el polvo de aquel líder panista pirómano, que cada vez que se le ocurría amenazaba con “incendiar al estado”, y hoy que el estado está incendiado por la inseguridad, por el desdén, la petulancia y el cinismo, Álvarez Monge simplemente está mudo.

Amargo. Que mal le cayó el poder a Fernando Álvarez Monge, en vez de engrandecerlo, lo ha disminuido. De ser un amenazante alfil del ajedrez político de antaño, hoy es un sólo un peón. La historia nos enseña que sí a alguien es adicto a politizar cualquier asunto, es precisamente al presidente del PAN chihuahuense. La actitud copiada del Gran Pastor (Javier Corral) de pensar que la política se hace con gritos, berrinches y sumisión, pues no le está dando resultados y se empeña en repetir. 

Fuerte. Hay gente talentosa en la bancada panista del congreso del estado, casos como Miguel La Torre o Rocío González, son sólo una muestra. Lograr el consenso de la mayoría panista, lleva un proceso y trabajo para cabildear las opiniones contrarias y convertirlas en favorables. Es decir, para hacer política la persuasión es una herramienta fundamental. Quizás Álvarez Monge piensa que sólo son maquinitas que reciben un papel con instrucciones y las deben de seguir sin cuestionar. La bancada panista ha demostrado que ese trato los tiene hartos (a la gran mayoría) y han dejado en claro que no son empleados del gobernador Corral.  

Escaso. A Javier Corral se le da la política del garrote y ha mandado señales de que cualquiera de sus diputados puede correr la misma suerte que Javier Garfio, pero la bancada panista le exige buen trato y que se ponga hacer política con ellos. No que sólo les mande instrucciones al estilo de la milicia. Álvarez Monge, se supone, está para operar políticamente, lograr los acuerdos y consensos necesarios, resolverle problemas a su Gran Pastor. Pero, como no tiene el menor grado de influencia sobre él (dudo que alguien lo tenga) pues, sólo se obedece instrucciones que ejecuta con total desaseo e ineficacia. 

Lo sucedido el lunes pasado en el Congreso del Estado, donde después de visitas estériles de Arturo Fuentes Vélez para repetir el rollo que Jaime Herrera repetía hace un año: No es deuda lo que parece deuda. Como Álvarez Monge dio trato inhumano a sus diputados y no hubo argumentos sólidos para meter a varios en la trampa de aprobar la deuda y con ello su aspiraciones reeleccionistas, pues muchos de ellos, simple y llanamente decidieron no votar a favor de la mega deuda corralista, situación que obligó al coordinador Jesús Villarreal a solicitar (con mucha pena) a bajar ese tema de la orden del día. 

Y en reciprocidad, la Bancada Rosa del PRI, a iniciativa de Isela Torres, pues les hizo el favor de pedir que bajarán la iniciativa del Sistema Estatal Anticorrupción que mandó Corral al vapor, pues tampoco iba a ser aprobada. 

Así, la priista Isela Torres le dio a Álvarez Monge una lección de cómo hacer política y en vez de atacar la dama juarense, debería de agradecerle. Porque si hubieran votado ese día el Sistema Estatal Anticorrupción, no se hubiera aprobado y tendrían que esperar un año para volverlo a votar. 

¡Qué mal agradecido eres, Fernando!
 
Este ha sido el espresso doble de hoy. 

Por Luis Rubén Maldonado Alvídrez

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