Toca a la puerta y ejecuta a su vecino en Guadalupe y Calvo
Guadalupe y Calvo.- Un hombre fue ejecutado en su casa por un vecino, en el poblado de Calabazas, cuando tocó a la puerta y le abrió, indicó la esposa del fallecido.
El occiso respondía en vida al nombre de Heriberto Arroyo Bejarano, quien tenía 40 años de edad.
El cuerpo presenta una herida producida por proyectil de arma de fuego en región pectoral izquierda, sin orificio de salida, y una herida más en dedo anular de la mano derecha.
Se determinó como la causa de muerte pérdida de función de músculo cardiaco secundario a herida por arma de fuego.
Los hechos ocurrieron a las 13:30 horas de ayer, martes 22 de abril, en el poblado de Calabazas, cuando el occiso se encontraba en su casa y tocaron a la puerta y al abrir la persona que había tocado le realizó dos disparos, cayendo la víctima ya sin vida.
Lo anterior manifestó una mujer de 45 años de edad, esposa del occiso, quien dijo que el agresor fue un vecino de 24 años de edad, con el cual su marido siempre ha tenido problemas por la posesión de unos terrenos.
Agregó que los disparos fueron hechos con un rifle al parecer calibre 22 mm y que después el joven se dio a la fuga.
Claudia con sus exabruptos
muestra nauseabundo pus
pues protege, aunque corrupto,
al prestanombres de Cruz...
CORRAL, AUNQUE NO LE CUADRE,
DEFENDERÁ A SU COMPADRE.
![[Lo que faltaba; migrantes intentan secuestrar a conductora Uber]](/__export/sites/laopcion/img/2024/04/26/biUIvfolHgky6dYA.jpg?v=3)
[Lo que faltaba; migrantes intentan secuestrar a conductora Uber]
Ya andaba el rumor de que migrantes que están de paso por la ciudad estaban empezando a delinquir y hace unos días, tres de ellos intentaron secuestrar a una conductora de la plataforma Uber.
Dicen que fue durante la mañana del miércoles pasado, cuando la víctima llamó a la policía para reportar lo que le ocurrió.
Los polis fueron al bulevar Juan Pablo II, al Hotel Casa Colonial, ahí los esperó la conductora afectada quien les dijo que dos hombres y una mujer, extranjeros, intentaron secuestrarla y quitarle su auto.
La joven guiadora se defendió y los frustrados malandrines tuvieron que pelarse corriendo rumbo a las vías, en la zona donde hay decenas de migrantes.
Los policías hicieron recorridos en busca de los responsables, pero no los hallaron, ya que posiblemente se cambiaron de ropa rápidamente o se metieron en las casas de campaña.
Así que ahora la poli tendrá que estar más al pendiente del campamento de migrantes, porque dos que tres se van a estar aventando sus malandreadas.
Foto ilustrativa
- Por Federico Guevara
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